Las llamas en la zona norte afectaron a muchos animales

Con mucho dolor, las mascoteras de Cipolletti pudieron constatar la gran mortandad de perros, gatos y animales de granja que provocaron los incendios desatados el martes en la zona de Santa Elena, a causa del terrible vendaval que azotó a la región. En el lugar, en el extremo norte local, muchos vecinos perdieron sus viviendas y enseres más básicos, quedando prácticamente en la calle y con una necesidad imperiosa de recibir ayuda.

Las llamas, descontroladas, no perdonaron nada. Cerdos, ovejas, gallinas fueron presa del fuego, al igual que canes y felinos. Muchos terminaron completamente calcinados, otros recibieron quemaduras y lesiones de diversa consideración y urge su atención por veterinarios. La devastación fue así total. La furia de los elementos no perdonó nada a su paso.

Un grupo de mascoteras que suele concretar tareas de ayuda en el refugio canino de la Isla Jordán se hizo presente en el sector, que fue uno de los más castigados en Cipolletti.

María Acosta, referente de las voluntarias que ayudan a los animales, expresó su dolor por lo ocurrido y lamentó que las proteccionistas de organizaciones formales no se hayan hecho presentes para constatar los daños que dejaron los siniestros. Se mostró muy preocupada por las carencias que están padeciendo las familias damnificadas y llamó a la comunidad a solidarse con los pobladores, que requieren alimentos de todo tipo, agua envasada y garrafas de gas, entre otros productos.

Para los animales domésticos y de granja los incendios que vinieron fueron devastadores. Muchos no pudieron escapar y perecieron de forma horrible. Otros quedaron heridos y ayer los más graves eran llevados hasta un consultorio veterinario para aliviar sus padecimientos.

Como el agua es escasa para los humanos, perros y gatos prácticamente no tienen para beber. Virtualmente, están abandonados a la sed total. De comida ni hablar. Los cerdos supervivientes, en su hambre, se dedicaban en la víspera a devorar los restos de aquellos que no lograron sobrevivir.

Como los lugares más afectados son de mucha pobreza, perros y gatos ya venían de soportar hambrunas y poca atención. Muchos de ellos presentan sarna y las mascoteras les aplicaron sustancias farmacológicas para tratarlos.

Urge la ayuda

Búsqueda de soluciones

Todo corazón. La labor de las voluntarias mascoteras es por demás loable. Destinan su tiempo y su dinero a ayudar a animales en problemas, sin pedir nada a cambio.

Reclamo en puerta. Chacareros, propietarios de tierras y vecinos de Santa Elena se reunirán el domingo para evaluar el desastre de los incendios y reclamar soluciones.