La dirigencia social está preocupada por la vuelta de los desalojos

Preocupación por los desalojos de tomas y malestar por la falta de soluciones del Estado a las demandas de tierra y vivienda manifestaron los participantes del conversatorio sobre integración socio-urbana, que se concretó este lunes en el Barrio Obrero, a instancias del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

El encuentro se extendió desde la mañana hasta avanzada la tarde y contó con la participación de representantes de organizaciones sociales y comunitarias de varias localidades de Río Negro y también de Neuquén.

Las actividades fueron coordinadas a nivel local por el movimiento Dignidad Rebelde, que encabeza Lilia Calderón, y contó con el respaldo de la Mesa Nacional de Barrios Populares. Dentro de la estructura de Desarrollo Social, las reparticiones que contribuyeron directamente a la reunión fueron la Dirección Nacional de Desarrollo Socio-Comunitario y la Subsecretaría de Gestión de Tierras y Servicios Barriales, pertenecientes a la Secretaría de Integración Socio-Urbana.

A los participantes no les ha gustado para nada el retorno de los desalojos como forma de terminar con los asentamientos, sin alternativas públicas que faciliten el acceso a la tierra y la vivienda con celeridad y en la proporción necesaria para responder a la enorme demanda existente en la población de menos recursos.

Por otro lado, coincidieron en la necesidad de que cada barrio popular cuente con un grado de organización adecuado para poder asumir una serie de desafíos que requieren de un trabajo conjunto. Por ejemplo, solo con la participación organizada de los vecinos se pueden conseguir avances en materia de regularización de los servicios básicos y también en lo referido a la propiedad de la tierra.

Ahora, la organización se vuelve más trascendente aun por la posibilidad de gestionar el desarrollo de obras de infraestructura por los vecinos con aportes de Nación, como se está haciendo hoy en el Barrio Obrero, donde también se cuenta con el respaldo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo.

A todo esto, los protagonistas del conversatorio coincidieron en el objetivo de solicitar la incorporación de más asentamientos y barriadas al Registro Nacional de Barrios Populares, que solo ha admitido los relevados hasta 2018.