Está grave por una explosión

Un hombre de 32 años está luchando por su vida luego de que le explotara el tanque de nafta de un auto. Se encuentra en coma inducido y con el 70 por ciento del cuerpo con quemaduras graves. La víctima en 2013 había caído de un séptimo piso en un edificio en obra que le provocó una discapacidad motriz, lo que agravó las consecuencias de la explosión.

El dramático accidente ocurrió el martes a las 20:30 en un taller mecánico del barrio Don Bosco. Aún se encuentran investigando las causas que pudieron provocar el siniestro, pero se cree que una pérdida de combustible hizo estallar el tanque. El hombre, Patricio Rosales, se encontraba solo en el lugar, propiedad de un amigo.

Ofelia Marín, mamá del accidentado, indicó a LM Cipolletti que Patricio se encuentra internado en terapia intensiva con coma inducido para evitar los intensos dolores, y que los médicos le indicaron que su estado es crítico y se deberá esperar 72 horas para analizar cómo evoluciona. “Mi hijo está en manos de Dios nuevamente. Tiene el 70 por ciento del cuerpo con quemaduras graves. El fuego le afectó principalmente las piernas, los brazos y el tórax”, expresó la mujer.

Su madre dijo que ayer lograron visitarlo, bajo las estrictas normas de terapia, para evitar el ingreso de bacterias que puedan provocar infecciones que compliquen el estado de salud.

“Nadie sabe bien lo que pasó, porque Patricio estaba solo en el lugar. Hubo un problema con un auto que estaba arreglando en el taller, propiedad de un amigo. Por motivos que desconocemos, hubo una gran explosión y mi hijo se prendió fuego. Luego del accidente en 2013 él quedó con una gran discapacidad motriz, lo que le impidió correr y pedir ayuda. Los vecinos del lugar lo intentaron ayudar mientras se rasgaba la ropa y gritaba. Lo tiraron en la calle y apagaron las llamas tirándole tierra encima”, relató su madre. Confiamos en Dios, que lo va a ayudar”, aseguró.

Ofelia recordó el accidente que Patricio sufrió en 2013, cuando por accidente cayó 37 metros por el hueco de un ascensor en un edificio en construcción. Las secuelas del siniestro lo tuvieron luchando por su vida más de seis meses y lo dejaron con un alto grado de discapacidad motriz e inhabilitado para realizar trabajos que impliquen fuerza.

“Pidió socorro desesperadamente e intentaba correr con todas sus fuerzas por más que su cuerpo no le respondía. Me entristece imaginar esa situación, y por suerte los vecinos lo ayudaron, porque podría haber sido aún peor”, expresó su madre sumida en el dolor.

El director del hospital, Carlos Lasry, informó a LM Cipolletti que el joven se encuentra internado en terapia intensiva con quemaduras de grado A y B. Indicó que presenta un cuadro de lesiones graves en las vías respiratorias.

"Mi hijo está en manos de Dios. Tiene el 70 por ciento del cuerpo con quemaduras graves. El fuego le afectó las piernas, los brazos y el tórax”."Pidió socorro e intentaba correr con todas sus fuerzas por más que su cuerpo no le respondía. Me entristece imaginar esa situación. Por suerte los vecinos lo ayudaron”.Ofelia Marín. Madre del hombre accidentado