Entre la confusión y la prevención, el barbijo sigue presente
La mayoría de los cipoleños aún lo utiliza en espacios cerrados. Los comerciantes exigen a Salud que aclara su responsabilidad.
Que sí, que no... Nadie tiene muy claro si debe usar barbijo o no, luego de que el ministerio de Salud informara su adhesión a una resolución nacional. El uso de tapabocas dejó de ser obligatorio, sin embargo, se recomienda su uso y se advirtió que en espacios cerrados puede exigirse su utilización.
En Cipolletti, en las calles se ve a muchos vecinos sin tapabocas, pero al ingresar a espacios cerrados aún son mayoría los vecinos que aún lo utilizan.
De momento, a nivel general se replica lo ocurrido en las escuelas. Desde el 28 de marzo no es obligatorio usar barbijos en las primarias. Sin embargo, al menos la mitad de los estudiantes llegan a clases con tapabocas. Y también muchos padres se acercan con barbijo colocado, a pesar de mantenerse siempre al aire libre.
Desde Salud, el ministro Fabián Zgaib recalcó: “Se reomienda aún el uso. Depende de los comercios, por ejemplo. Porque la resolución eliminó el uso obligatorio, pero está recomendado”.
El funcionario sostuvo que “creemos que hay una parte de la pandemia que no está resuelta y tenemos muchos casos de influeza”.
Los comerciantes cipoleños y la Federación Empresaria, exigieron que la Provincia publique una resolución propia, para aclarar las dudas en torno a la legislación provincial. Sin embargo, desde Salud lo descartaron y no se publicará una reglamentación propia, como sí ocurrió con las actualizaciones de la cuarentena.
Los comercios, y otros locales privados de acceso público, quieren evitar discusiones con los visitantses. Zgaib aseguró que los comerciantes pueden mantener la exigencia de uso de barbijo para ingresar y lo fundamentó en la aglomeración de gente en espacios cerrados. Sin embargo, no se especificó si la recomendación vale para locales de grandes superficies o solo cuenta para los comercios de proximidad.
El uso de tapabocas , en ese contexto, quedó totalmente librado a la voluntad de los rionegrinos. En la primera semana, al menos en Cipolletti, la mayoría lo mantuvo en espacios cerrados, por costumbre o prevención.
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