Enfermera viajo a caballo para atender una emergencia en la cordillera

El cumplir con el deber y las obligaciones laborales cobran dimensiones incomparables cuando se realizan con dedicación, responsabilidad y sacrificio. De todo esto el personal de salud pública de la provincia sabe y mucho, con cientos de agentes que entregan el mejor de sus esfuerzos para garantizar la promoción y la prevención en materia de salud a lo largo y ancho de la provincia.

El hospital José Venier es una de esas cunas sanitarias que llenan de orgullo a Neuquén y este martes parte de su personal realizó una asistencia en plena cordillera montados a caballo.

La enfermera Noelia Maldonado, el agente sanitario Alberto Del Castillo y el chofer Carlos Cides acudieron ante un llamado de emergencia al paraje Pino Solo, donde la familia Sandoval tiene su puesto de veranada, y atendieron a una persona en medio de la montaña.

Los efectivos de salud se trasladaron hasta el lugar en ambulancia, hasta una especie de punta de camino donde no pudieron seguir avanzando y Maldonado y Del Castillo debieron continuar la marcha a pie otros 6 km hasta el puesto. Lograron llegar a pie y realizar la asistencia sanitaria en forma exitosa y emprendieron el regreso a caballo, con una animal que le facilitó un vecino de la familia.

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Maldonado, Del Castillo y Cides.

La historia de Noelia

Noelia Maldonado, es oriunda de Las Lajas, tiene 35 años de edad y desde hace 11 es enfermera. Desde el año 2015 forma parte de la planta de salud pública y hace tres años trabaja en el hospital local. "Es la primera vez que me trasladado tan lejos y con tanto esfuerzo físico para atender a un paciente", dijo.

El hospital José Venier es de complejidad III y tiene cobertura en varios parajes rurales en sus tareas de contención sanitaria.

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"El martes me encontraba de guardia pasiva y al mediodía un llamado desde el área rural de una persona que necesitaba atención médica. Es un lugar donde hay que conocer el terreno y sabíamos que teníamos que caminar un poco, o se podía ir a caballo, si es que había. Llegamos hasta donde se pudo en vehículo, luego comenzamos a caminar con el agente sanitario y un familiar del paciente nos guio para llegar hasta el puesto”, relató Maldonado.

"Caminamos bastante con mi compañero, aproximadamente 6 km de ida y 6 km de vuelta. Se requería atención médica por la patología que padece el paciente", agregó.

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“Una vez que llegamos al puesto vimos al paciente, lo interrogamos y lo asistimos médicamente y logramos solucionar el problema de salud. Estuvimos una hora con él y luego retornamos al lugar donde había quedado la ambulancia”, contó Noelia.

Para facilitar el regreso un familiar de la persona asistida les ofreció un caballo de monta para volver. “En ese momento mi compañero Alberto me dijo a mí que venga a caballo y él se vino caminando. Hacía calor, estaba pesado el aire pero se cumplió con el objetivo de asistir a donde sea. Feliz por la experiencia, nos cansamos obviamente pero fue muy linda la experiencia”, finalizó.

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