El blooper de Ciro, la queja por lo que había en el camarín y un sueño cumplido

Fue una noche inolvidable para los miles de fans que coparon el gigante predio donde se realiza la Fiesta Nacional de la Manzana, en General Roca. Y más aún para Fausto, ese joven al que el gran Ciro le cumplió el sueño de salir a su encuentro y firmarle la armónica cuando este lo esperaba pacientemente del otro lado del camarín.

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Lo simpático, cuentan los testigos presenciales, resultó como el chico improvisaba sus canciones con ese instrumento como para llamar la atención del popular músico y así logró que este salga antes de lo previsto, mientras se preparaba para abandonar el complejo en el que brilló y la rompió toda. Y Fausto se retiró con el autógrafo en su elemento musical, feliz de la vida.

Pero es cierto que alternó buenas y malas el destacado cantante, más allá de que deleitó como siempre. Es que en su primer contacto con la gente, se mandó una suerte de blooper, al saludar a los miles de almas que enloquecían en el campo y las tribunas colmadas en la ciudad rionegrina con un cálido: "¡Buenas noches, Neuquén!".

Más allá de que era su fiel público, no se la perdonaron al ex líder de Los Piojos y se oyó una importante silbatina, aunque todo, claro, en clima distendido. Eso sí, en las redes algunos estuvieron picantes.

Allí una de las caras del rock argentino se percató del error y quiso hacerlo pasar como una broma. Lo que no pareció en broma fue su posterior queja sobre las 4 manzanas que en la Fiesta Nacional de la Manzana, valga la redundancia, decoraban su vestuario "y eran de plástico, pueden creer...".

Quizá Ciro se había antojado y se llevó esa pequeña desilusión. Aunque también se llevó el afecto de la multitud, en una mega fiesta que no para de crecer.