Coronavirus: presos ansiosos redoblan pedidos de libertad

Luego de sucesivos reclamos para obtener beneficios como la prisión domiciliaria apoyados en el temor a posibles contagios de coronavirus, los internos del Establecimiento de Ejecución Penal 5 de Cipolletti reperfilaron sus solicitudes y buscan acceder a la libertad condicional. Sin embargo, muy pocos cumplen con los requisitos necesarios y tienen que seguir purgando las penas impuestas por distintos delitos.

De acuerdo con fuentes judiciales, los pedidos de los presos tienen mucho que ver con la prohibición de visitas que rige en la actualidad y que los lleva a tener una gran ansiedad y necesidad de contacto con el exterior. El fenómeno se advierte en las últimas semanas y no solo se limita al penal local sino también a otras cárceles de la provincia, con la excepción de Viedma, que elaboró un protocolo para permitir visitas debido a la situación especial de esa región, sin casos activos de COVID-19.

Más allá de que muchos presos se ven confiados en lograr alguna respuesta favorable debido a informes penitenciarios donde se reflejan conceptos positivos, la mayor dificultad la encuentran a la hora del tiempo de cumplimiento de pena y que, si no se cumplen los plazos fijados por la ley, sus reclamos son rechazados en forma tajante por el responsable del juzgado de Ejecución Penal 8 de Cipolletti, explicaron las fuentes.

El trámite de solicitud de la libertad condicional se resuelve en forma muy rápida, en no más de dos audiencias, y en la actualidad se lleva a cabo en forma remota debido a las restricciones en materia de actividades judiciales.

Otro de los requerimientos de los presos pasa por algún régimen de libertad asistida y, en este caso, también se lleva a cabo un profundo análisis del tiempo de pena cumplido, los delitos cometidos y los informes penitenciarios.

Por ahora, no están previstos cambios en Cipolletti en cuanto a la prohibición de recibir visitas, una medida que alcanza a gran parte de las cárceles del país.

Apenas se interrumpieron las visitas de familiares a presos alojados en la cárcel de Cipolletti y se suspendieron las salidas transitorias, se impulsaron una seguidilla de pedidos de excarcelación o cambios en la modalidad de encierro respaldados en argumentos como la edad, enfermedades y otras situaciones que, según la opinión de los abogados defensores, exponían a los presos a posibles contagios de COVID-19.

Estas solicitudes fueron el denominador común hasta el mes pasado, con presos que hicieron su reclamo ante el Juzgado de Ejecución Penal 8. En la mayoría de los casos, tras un análisis exhaustivo de los informes, fueron rechazadas y hasta se requirió la opinión de las víctimas para la sentencia definitiva.

Según fuentes judiciales, el sistema de visitas que se habilitó para Viedma tiene relación con la fase que transita la localidad, sin casos de COVID-19. Los protocolos aprobados son muy estrictos, se trata de una visita por mes y sin contacto físico. Tampoco pueden recibir comida. Por este motivo, ya hubo quejas de los presos.

Hoy, tanto Cipolletti como Roca tienen casos activos de coronavirus y no está previsto habilitar las visitas a las cárceles.

-> Un espacio para población vulnerable

Hasta el momento, en la cárcel cipoleña no se vivió ninguna situación complicada y se pudo avanzar con la habilitación de un espacio donde se encuentran los presos considerados vulnerables, es decir, mayores de 60 años y con diabetes o cuadros de salud delicados. De esta forma, permanecen aislados del resto de la población carcelaria.

También se adoptaron múltiples recaudos en materia de manejo de alimentos y el distanciamiento.

Las visitas a las cárceles se suspendieron apenas se inició la cuarentena, como también las salidas transitorias.