Cipolletti despidió con emoción al Papa Francisco

Con lágrimas, oraciones y profundo recogimiento, vecinos de Cipolletti se reunieron en la Parroquia Sagrada Familia para despedir al Papa Francisco, el primer pontífice argentino y latinoamericano en llegar al Vaticano, fallecido ayer a los 88 años. La comunidad católica de la ciudad se unió en una Santa Misa cargada de emoción para honrar el legado de quien supo conquistar el corazón del mundo con su sencillez, humildad y compromiso con los más necesitados.

El templo se colmó a las 19, no importó el frío ni la lluvia para que los cipoleños se acerquen al templo. “Dios se lo llevó como él quería, descansando y al mismo tiempo finalizando años de servicio a todo el pueblo de Dios”, expresó el cura párroco Daniel Manresa. En sus palabras se reflejaba la paz y el reconocimiento profundo a un hombre que eligió vivir el papado con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.

Manresa recordó que Jorge Mario Bergoglio “eligió desde el principio ser Francisco, un nombre que en Italia es sinónimo de pobreza, paz y fraternidad. Y eso fue lo que plantó donde fue: en los más de 60 países que visitó, dejó huella de unidad y de esperanza”.

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El cura párroco, Daniel Manresa ofició la misa en memoria del Papa Francisco.

Alejo Maimo

“El Papa construía puentes, nunca rompía vínculos, incluso con quienes pensaban distinto o lo habían defraudado. Y su muerte, justo en esta octava de Pascua, tiene algo de providencial: muere en la resurrección de Jesús. Esta semana lo vamos a tener presente especialmente en todas las misas”, agregó el párroco.

El recuerdo de los cipoleños a Bergoglio

“Lo recordaremos con mucha humildad y oración. Que descanse en paz”, expresó una mujer. Otro vecino, conmocionado hasta las lágrimas, confesó: “Me tocó muy de cerca, más siendo argentino. Va a seguir siendo una gran persona y lo vamos a tener muy presente. Hizo muchas cosas y desde el cielo nos va a ayudar”.

“Fue un papa muy cercano, fraterno y humilde”, destacó otra mujer. “Creo que su misión fue acercar a todos a la Iglesia, que conozcan a Dios desde distintos lugares. Eso es lo más importante que me deja”.

Las palabras se repetían entre quienes salían de misa o se quedaban un rato más en los bancos, en silencio. “Lo recordamos como el hombre de la paz, el que quiso unir a todos. No hizo diferencia con nadie. Fue un papa de puertas abiertas”, expresó otra vecina con voz temblorosa.

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En todo el país, ayer las principales misas se realizaron a las 19 en cada Iglesia.

Alejo Maimo

Francisco nunca llegó a pisar suelo argentino como Papa. “Expresó tres veces su deseo público de venir, explicó Manresa, pero creo que las circunstancias políticas y las profundas grietas del país lo llevaron a actuar con prudencia. No quería ser utilizado para profundizar divisiones”.

Cipolletti, como tantas otras ciudades del país, eligió recordarlo con amor y gratitud. Porque más allá del rol institucional, Francisco fue, para muchos, un hermano, un padre, un guía. “Fue un hombre muy humilde y lleno del espíritu. Ahora va a los brazos del Padre, como esperamos ir todos”, cerró una vecina, elevando una oración silenciosa.