Chala Parra, un ídolo del fútbol zonal en La noche de Campeones de Talleres de Córdoba

Como todos los años el Matador celebró una nueva edición de La Noche de los Museos y Talleres y con una peculiar pero interesante propuesta, abrió La Boutique con un partido repleto de glorias. El ídolo zonal Pablo Chala Parra fue uno de los invitados de lujo para el festejo y declaró a LM Cipolletti: "La verdad que fue un espectáculo hermoso. Uno se imaginaba que iba a ser así, pero vivirlo en carne propia es mucho más lindo, mucho más emocionante".

El último viernes en el Barrio el Jardín, las puertas se abrieron para todo el pueblo matador cerca de las 19:30 con el fin de disfrutar de un gran encuentro de los campeones del 98 y 99.

“El club se portó de 10, en realidad el club todos los años me hace una invitación formal para hacerme partícipe del homenaje del Día del Ascenso, que ellos le llaman la Final del Siglo, y yo siempre por una cosa o por otra, no es que la esquive, pero siempre por ahí tengo responsabilidades en mi trabajo que me impiden por ahí venir, ya que estoy bastante lejos”, comentó.

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El plato fuerte estuvo cargado de recuerdos e historia cuando salieron a la cancha los Campeones de la Final del Siglo y los campeones de la Copa Conmebol del año 1999. “Había muchísima gente, jugamos entre compañeros, terminamos 2 a 2, se definió por penales y era más o menos terminarlo de la forma que había terminado la final esa del 98, por penales”, repasó el Chala.

El encuentro central de la noche enfrentó al equipo Tallarín del 98 que le ganó al clásico rival para ascender a la Primera División del futbol argentino frente al conjunto del 99, que le dio el único título internacional a la provincia de Córdoba. “Me tocó patear, yo en la final no pateé, pero ayer sí me tocó y en el partido me tocó patear lo que fue el 2 a 2 y después en la definición me tocó patear, también pude convertir el gol", agregó contento.

El cotejo entre los históricos Campeones tuvo la atenta mirada de dos figuras del arbitraje cordobés como Javier Collado y Héctor Baldassi. Todo esto sumado a las emociones de cada compañero que volvió a vestir la piel del Matador. "Yo tengo excelente relación con todos mis excompañeros, tengo un grupo de WhatsApp donde están mezclados los campeones del 98 con los campeones del 99. Siempre estamos en contacto, pero había chicos que yo hacía más de 20 años que no veía, hace 27 años que no volvía a Talleres y la verdad que fue muy emocionante hacerlo", contó el Chala con emoción.

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Después de varias invitaciones que el Chala dejó pasar por otros compromisos, pudo ser parte en el año de los festejos por el aniversario 111 de la institución gracias a una persona muy especial en su vida. “Esta fue muy particular por el apoyo de mi señora que me dice, “pero viví esto, que es emocionante, es lindo, ¿cómo te vas a perder algo así?. Así que bueno, me terminó de convencer y me dio el empujoncito”, dijo feliz y agradecido con Patricia su compañera de vida.

Volver a sentirse jugador

Claro está que las sensaciones de volver a calzarse los botines para entrar a un estadio son únicas, en el caso del Chala y los Matadores fue un momento inigualable.

“La verdad que no me arrepiento porque pasamos una noche hermosa con anécdotas, vestuario. Te volvés a sentir por un ratito jugador de fútbol de vuelta. El club se portó de 10, se hizo cargo de todo, todo el gasto de pasajes, estadía, la verdad que se portaron un fenómeno", aseguró.

Para el ídolo local que visitó las casacas de Talleres, River, Aldosivi, Cipolletti, Fernández Oro, entre otras, la noche del viernes en La Boutique le hizo recordar lo que pasó años atrás. “Sin duda que el vestuario es un lugar único donde te relacionás todos los días con gente que está más tiempo con vos que con tu familia. La verdad es que se extraña eso, uno ya cuando es técnico trata de no entrar al vestuario, ya sabe que es el lugar es de los jugadores”, recordó.

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La Boutique llena el viernes con 10.000 almas alentando como en aquellas finales fue una gran noche de Glorias. “Nos volvimos a sentir, ponerte la camiseta, vendarte, ponerte los botines, la cancha era un billar, era impresionante la boutique. Ahí juega la reserva de AFA, todos los equipos de AFA, de Talleres juegan ahí, es un espectáculo”, afirmó.

Gracias al empujón de Patricia, su esposa, el ídolo no tiene en mente perderse otra vez otro evento de tal magnitud.“Hermoso, la verdad que es re lindo, re emocionante y bueno, por ahí voy a tratar de no desperdiciar las invitaciones esas que me hacen porque la verdad que me han hecho, por lo menos a mí, feliz,

Los dirigentes Matadores pudieron contar con el Chala y lo hicieron vivir una de las grandes noches de su vida junto a sus ex compañeros. “Hoy me siento contento de volver a ver gente que hacía mucho tiempo que no veía, volver a tener esa sensación de entrar a la cancha y que esté llena, que griten, que aliente la gente, que se saquen fotos, que pidan fotos, autógrafos, la verdad que es una es una sensación muy linda, muy hermosa”; concluyó.