Balean la casa de Calderón

De las amenazas a los tiros. La violencia contra los dirigentes de las tomas de la zona norte sigue en aumento y se torna preocupante. Después de los reiterados intentos de amedrentar a los vecinos que llevan adelante comedores comunitarios, se registró un ataque a tiros contra la casa de la dirigente vecinal Lila Calderón, cara visible del Barrio Obrero.

El ataque se produjo ayer y una bala ingresó por la ventana e impactó en el dormitorio, en el que por fortuna no había nadie. La Policía concurrió al lugar para efectuar pericias y, además, recibió información de algunos testigos para intentar encontrar al agresor, de quien no pudieron dar una descripción físiaca que permita orientar la investigación.

Pasadas las 13, un hombre que se movilizaba en una moto roja se paró frente a la casa de Calderón en el sector B del Barrio Obrero y tiroteó la vivienda. Según indicaron algunos vecinos, el hombre disparó tres veces.

“Es la primera vez que me pasa algo así. Es muy grave. Menos mal que no había nadie porque podría haber estado mi nena. Un hombre andaba exhibiendo un arma”. Lila Calderón Referente del Barrio Obrero

Uno de los proyectiles atravesó la ventana y pasó por toda la casa hasta chocar contra el muro del dormitorio.

En diálogo con LM Cipolletti, Calderón dijo que en ese momento no había nadie en la casa, ya que junto a su pareja y su pequeña hija de 9 años habían ido a una presentación de patín artístico en el club San Martín. Se desconoce si el agresor había seguido sus movimientos y atacó cuando no había nadie, para amedrentar, o si intentó herir a Calderón y a su familia.

Hipótesis

“Es la primera vez que me pasa algo así. Es muy grave. Menos mal que no había nadie porque podría haber estado mi nena. Durante la mañana también un hombre estuvo afuera de una casa que se les entregó a mujeres en situación de calle exhibiendo un arma y amenazándolas. Creemos que está vinculado”, expresó la mujer.

La militante social avisó a la Policía pero expresó que no aceptará custodia.

En junio, los dirigentes del Movimiento La Dignidad que abrieron un centro de tratamiento de adicciones para los chicos de la zona norte sufrieron una seguidilla de ataques que atribuyeron al negocio narco. Hubo destrozos en el local más de una vez y jóvenes armados amenazaron a quienes iban al lugar para que no se acercaran.

En principio, en el Obrero no vincularon el hecho al ataque a Calderón, pero hicieron notar la reiteración de hechos violentos con dirigentes vecinales como blanco.