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Habrá mayor control municipal para evitar fiestas clandestinas

Los inspectores de la comuna detectan cada vez más eventos privados en los que se cobra entrada o se vende alcohol sin tramitar los permisos.

En Cipolletti es creciente el uso de salones no habilitados para la realización de eventos particulares en los que se venden entradas o alcohol sin habilitación municipal. En años anteriores, se detectaban irregularidades sólo a fin de año, pero actualmente los inspectores de Comercio tienen intensa actividad por esa situación, lo que genera cierta preocupación. Como ejemplo, desde el Ejecutivo se confirmó que durante el último fin de semana se clausuraron tres propiedades donde había celebraciones clandestinas. En dos de las locaciones, los eventos se realizarían periódicamente.
"Empezamos a recibir denuncias de vecinos y luego comprobamos que hasta los promocionan en Facebook u otras redes sociales como fiestas cerradas", se detalló.
La comuna procede a la clausura de los locales e inicia acciones contra sus propietarios o quienes se responsabilicen de las faltas detectadas.
La inminencia de las celebraciones por fin de año es otro aspecto que en Comercio ya se tiene en carpeta, debido a que aunque la mayoría de los organizadores tramita los permisos necesarios, luego no se respetan las regulaciones dispuestas por el Municipio.
En el Ejecutivo tienen presente que el año pasado, en una fiesta realizada en el predio del restaurant La Nonnina sobre calle Julio Dante Salto, los realizadores bloquearon el paso de personal de Bomberos Voluntarios y Protección Civil que había concurrido al lugar por una amenaza de bomba. La respuesta del área a esa situación generó cruces dentro de la Municipalidad y hay un compromiso para proceder con mayor exigencia ante cualquier eventualidad.
El fin de semana, se descubrieron fiestas en una cancha de fútbol 5 y en un edificio donde funcionó una guardería. El primer comercio estaba tramitando su permiso para funcionar, aunque en una categoría muy distinta a la organización de eventos que obliga a cumplir con más trámites. Además, se descubrió que se había habilitado el expendio de alcohol a menores de edad.
El episodio restante ocurrió en un local de Primeros Pobladores y Juan XXIII, donde los altos decibeles de la música y la venta de alcohol continuaban a las 9 de la mañana del domingo.

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