Vecinos temen que árboles aplasten sus viviendas

Las familias que viven en las tomas Bicentenario y Auca Liwen de esta ciudad, principalmente aquellas que tienen sus casas de madera y material a pocos metros de una hilera de álamos de grandes dimensiones, esperan que se tomen medidas urgentes para evitar una verdadera tragedia. Poco tiempo atrás, se precipitó uno de los árboles y generó un gran susto porque aplastó una precaria vivienda del asentamiento Auca Liwen, hirió a una mujer y una pequeña se salvó de milagro. Desde que ocurrió ese incidente, se pidieron soluciones pero hasta el momento no hubo respuestas.
Los ejemplares que se encuentran junto a una acequia superan en forma amplia los diez metros y en muchos casos, se encuentran inclinados en forma atemorizante sobre las casas de material y las más endebles, de madera cantonera. Muy cerca, los niños eligen el espacio para jugar bajo la sombra.
Pero los padres de los menores no ocultan su preocupación y muchas familias están atentas los días de viento para exigirles a los más chicos a que ingresen a sus casas. “Se cae un árbol de estos y se pierde todo”, remarcó un vecino que construyó su propiedad a sólo unos metros de la hilera de álamos.

Gestiones
Un grupo de personas se contactó con el funcionario municipal Néstor Curcio para solicitarle una solución y todavía esperan una respuesta debido a que no quieren tener inconvenientes legales por la tala particular. Uno de los vecinos reconoció que “ya hubo denuncias” por el corte de algunos ejemplares y que, por ese motivo, se busca evitar más problemas.
El número de casas cercanas a los árboles es amplio y varios ejemplares muestran en su base un importante deterioro por los años y también, por el riego. La inquietud se aviva cada tanto cuando en la chacra aledaña riegan los frutales y el agua alcanza a los álamos. De manera inicial, los requerimientos pasan porque se corten sólo los que representan un peligro.