Temor entre los basureros y barrenderos
Los compañeros de trabajo de la víctima sienten gran preocupación ante los hechos. Analizan medidas de prevención.
Maciel falleció el martes por la madrugada en momentos en que cumplía con sus funciones. Lo mató la explosión de una bomba que manos criminales habían dejado en el edificio de la Escuela de Policía local. Al parecer, al mover la bolsa que contenía el artefacto, se produjo la letal detonación.
Sus compañeros de trabajo, tanto el personal que barre las calles como el que recolecta los residuos, preveía mantener anoche una reunión con funcionarios de la comuna y con responsables de la Policía y de la Justicia a efectos de evaluar medidas de prevención ante los nuevos y dramáticos retos que plantea la realidad.
Alejandro Catrilaf, delegado de los obreros, indicó que en el sector “siempre estamos expuestos los trabajadores, en los horarios diurno y nocturno, a los accidentes, pero jamás se nos había cruzado antes por la mente algo tan macabro” como lo que por desgracia le sucedió a Maciel. Ante esta situación, reconoció que “existe mucho miedo” por lo que pueda ocurrir.
Expresó que son más de cien los empleados municipales que prestan el servicio y, en relación con el barrendero asesinado, precisó que se desempeñaba hace cuatro meses en el sector, en el horario nocturno de 23 a 06.
Manifestó, en relación con la labor cotidiana de los barrenderos, que “todo lo que nosotros encontramos cuando venimos haciendo el barrido o cuando encontramos bolsas rotas por los perros, generalmente lo levantamos y lo tiramos a un cesto de basura o la cargamos en el carrito donde echamos el barrido. Pero jamás se nos ocurrió encontrar algo así”, enfatizó.
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