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Preocupación por otro caso de secuestro virtual

Una mujer estuvo a punto de entregar una suma importante de dinero.

La inseguridad no da respiro a los vecinos cipoleños. Esta vez fue a través de un intento de secuestro virtual, una modalidad que parecía haber desaparecido con el correr de los años pero que volvió a tomar fuerza. Una mujer de 37 años recibió un llamado de un hombre mientras estaba en su domicilio, en el barrio CGT, junto a su hijo de 10 años. Durante la conversación, le informaron que tenían a sus suegros y que si no entregaban una importante suma de dinero les iban a cortar los dedos. Todo resultó ser una farsa, aunque el calvario de la familia terminó recién cuando arribó la Policía.

Los secuestros virtuales o extorsiones telefónicas se volvieron comunes a partir del 2001 con el uso masivo de celulares y como una modalidad adaptada a los famosos secuestros exprés. Con esto, el delincuente sólo busca la forma de sacarle información a la víctima o, simplemente, adivina datos sobre sus familiares que usa más tarde para hacerle creer que fueron secuestrados. A partir de este juego, pueden hacerse de grandes cantidades de dinero.

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Ricardo Moreira, esposo de la víctima, contó a LM Cipolletti que llamaron a su mujer el viernes al mediodía en el barrio CGT para informarle sobre un accidente de tránsito en el cual los lesionados habrían brindado su número de teléfono y uno más como contacto de emergencia. Sin pensarlo, ella dio los nombres de sus suegros porque sabía que se habían ido de vacaciones y asoció el incidente con el viaje.

Un supuesto efectivo policial le pidió un segundo para corroborar la información y cuando volvió a llamarla le dijo que no era policía, ni bombero, ni médico, pero que sí tenía secuestrados a sus suegros y que si no le entregaba la cantidad de dinero que quería, les iba a cortar los dedos.

“Le exigió que no cortara el teléfono, que le dijera dónde estaba, cuánta plata tenía. Ella estaba desesperada porque hacían como que le pegaban a alguien y escuchaba a alguien llorando. También le dijo que sabía que ella tenía plata y le indicó a dónde la tenía que llevar”, contó Moreira.

Después, la mujer logró llamar a su marido, pero sólo alcanzó a preguntarle si había tenido un accidente. “Me extrañó la situación, así que lo llamé a mi hijo y me dijo que había gente afuera que la quería secuestrar a la mamá con el auto, no entendía nada, tiene 10 años nada más”, explicó el Ricardo.

Ante la incertidumbre y la preocupación por el estado de salud de su esposa, llamó de inmediato al 109 y a la Comisaría Cuarta. Les dio los datos de su auto porque, al no saber cuál era la situación, temía que alguien secuestrara a su mujer con el vehículo. Minutos más tarde, una vecina se comunicó con él para explicarle lo que pasaba y le pasó con su esposa.

“Cuando hablé con ella me dijo que tenían a mis papás y que los estaban golpeando. Yo le dije que se calmara y que no atendiera a nadie más. En ese momento que tuve, me comuniqué con mis viejos que estaban a 1200 kilómetros de distancia y me dijeron que estaban bien. La volví a llamar y le pedí que se calmara porque se trataba de una cabronada que alguien había hecho”, contó.

Más tarde llegaron uniformados, que lograron comunicarse con los supuestos secuestradores, pero no pudieron obtener mucha información. “Nos dijeron que por el tono de voz era gitano”, agregó Moreira.

Una hora más tarde, el delincuente volvió a comunicarse con la familia, pero cuando vieron que se trataba de un número bloqueado y sin identificación, optaron por no atender.

Los delincuentes le dijeron que habían secuestrado a sus suegros y que si no les daban la plata que le pedían, les iban a cortar los dedos.

Para evitar caer en la trampa

Cortar la llamada

Es necesario y fundamental averiguar si la llamada es falsa.

Contactar al “secuestrado”

Este tipo de delitos crea confusión y en el intento de ayudar a sus familiares olvidan constatar si están sanos o no.

No brindar información

No importa si se trata de una entidad bancaria, servicio de telefonía o encuestas, nunca hay que dar información personal.

Hacer la denuncia

Es importante que la persona que está llevando adelante el fraude sepa que puede ser descubierta, asustarse y retirarse.

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