Polémica por la reforma del Código de Comercio local

El Concejo Deliberante volvió a sesionar, pero no solo esa fue la novedad, sino que aprobó la reforma del Código de Comercio de la ciudad, que contempla 79 modificaciones y generó fuerte polémica. La decisión no cayó para nada bien en el sector mercantil, desde donde acusaron al Municipio de estar buscando una mayor recaudación y adelantaron que pedirán el veto del intendente Abel Baratti.
Pascual Marrazzo, presidente de la Cámara de Industria y Comercio local dijo que le sorprendió la manera de actuar tanto de los concejales como de las autoridades del Ejecutivo. “Nunca pensé que se iba a aprobar esta ordenanza, porque la verdad que es un mamarracho. Está llena de errores, incluso en la redacción. Es una vergüenza”, opinó el comerciante, algo disgustado.
Mientras que explicó que el malestar viene desde que se comenzó a gestar esta iniciativa, ya que  nunca los escucharon. “Cómo un Código de Comercio no va a contemplar a la Cámara, de dónde sacan la información para decidir. El Deliberante aprobó hoy (por ayer) un proyecto sin saber de qué se trataba. Pensé que por lo menos íbamos a tener la posibilidad de discutirlo”, criticó.
Por su parte, el concejal Alejandro Goya Villagrán rechazó de plano los argumentos del mercantil, especialmente sobre la falta de diálogo. Recordó que “fueron convocados debidamente para que opinasen. Se les entregó el texto de la ordenanza que estábamos tratando y se les dio un plazo de un mes para que aportaran, por escrito, observaciones y sugerencias. El tiempo se cumplió y no entregaron nada”.
La votación en el Deliberante fue 5 a 1, siendo Valeria Fernández la única edil que se opuso a la reforma. En sus fundamentos, explicó que el proyecto necesitaba un tratamiento más extenso, ya que llegaron a analizar sólo 20 de los 249 artículos de la norma.
Para Marrazzo, lo de ayer fue “una clara muestra de que los concejales cipoleños no piensan, no tienen autonomía y no saben del asunto”.
Entre las principales críticas que se hacen a la nueva ordenanza se destacan la exigencia de renovar las licencias comerciales, los certificados de limpieza de tanques de agua y las libretas sanitarias una vez por año. “Todo implica más gastos para el comerciante”, lamentaron desde el sector.

Irán por el veto
Tras la sesión legislativa, numerosos comerciantes concurrieron a la Cámara y acordaron contactar al jefe comunal para que no promulgue la ordenanza. “Estas modificaciones no eran necesarias. Te tienen agarrado de los huevos y así al comerciante  le cuesta respirar. Es obvio que el único fin que se busca es el de aumentar la recaudación”, concluyó Marrazzo.