"No hay nombres, sino un excelente grupo humano"
Para el técnico Domingo Perilli, el sacrificio colectivo, la humildad y el trabajo llevaron a Cipolletti a las semifinales.
“La verdad es que todavía no he podido descansar mucho, pero ahora me voy a tomar unos días de vacaciones antes de iniciar la pretemporada” fue su respuesta a la consulta sobre si había descansado luego de arribar de un largo viaje desde Santiago del Estero, recibir el cariño de los hinchas y ser agasajados en Neuquén. La seguidilla de partidos, concentraciones y viajes provocaron un cansancio importante, pero alegría por el avance a las semifinales pudo más y Domingo Perilli sabe que el paso dado por Cipolletti es muy importante. El entrenador “albinegro” analizó junto La Mañana de Cipolletti el buen momento de su equipo.
Dieron un paso importante…
…Estamos muy contentos porque en este semestre, el objetivo era clasificar al pentagonal y luego ganarlo. Es una enorme satisfacción dirigir a este grupo de jugadores porque tiene mucho sacrificio y siempre da pelea. El haber estado en los últimos años arriba hace que algunos piensen que clasificar es sencillo, pero no lo es para nada y tuvimos la suerte de ganarlo.
Pero, más allá de la suerte que menciona, avanzaron a semifinales por otros factores ¿Qué más hicieron bien?
El equipo siempre tuvo protagonismo. La fase regular fue buena y en ella apenas recibimos dos goles como visitante. Se ganó el grupo y antes que arrancara el pentagonal tenía mucha confianza en poder ganar el pentagonal y se lo dije a los muchachos, no sé si intuición, olfato o que, pero algo me lo decía.
Venían de un buen torneo, pero no los daban como candidatos y muchos hablaban de Talleres, Racing, Huracán ¿Ustedes como se sentían?
Tranquilos. Debíamos hacer nuestro juego y nada más. No había presión ya que no le debíamos nada a nadie. Lo hecho en los anteriores dos torneos fue meritorio y nos permitía pensar en hacer un buen papel. De todas maneras se dio un paso, pero hay que seguir mejorando.
¿Ahora se sienten candidatos?
No con ese rótulo, pero el equipo se ganó un respeto en la categoría porque no es fácil llegar tres años seguidos a la fase final. Hay que mantener la humildad, trabajar mucho y pensar en el día a día.
No es fácil reemplazar a jugadores claves como Larenas, Padua o Martínez, pero desde afuera es como que no se notó la ausencia ¿Apareció allí la fuerza de un grupo unido?
No tenemos grandes nombres y sí un grupo muy parejo. A todos los que le tocaron entrar entendieron bien su función y qué es lo que se estaba jugando. Detrás de los que juegan están los chicos que suman pocos minutos, los de la Liga que se han sumado y todos pelean por su oportunidad.
¿La idea es reforzarse mucho o poco?
Hay que hablar con los dirigentes y dependerá del presupuesto. Si se puede, ojalá podamos sumar los cuatro refuerzos permitidos para jerarquizar a este plantel y darle mayor competencia interna, pero el que llegue no jugará por nombre y deberá ganarle el lugar al que está. Por respeto a ellos y por nuestra forma de trabajar.
¿La clasificación anticipada puede provocar una relajación inconsciente en el Clausura?
No. Si Cipolletti hace un mal torneo va a ser por mérito de los rivales y no por relajación. Ahora tenemos un descanso y hasta el 26 y cada jugador se llevó un plan de trabajo. El jugador sabe que nadie mejor que él es indicado para cuidarlo. No hay que dar ventajas, seguir trabajando igual, con humildad y mucho respeto
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