Minimizan efectos de la protesta de Sitramuci

Se cumplió ayer una nueva jornada de retenciones de servicio en el corralón municipal en reclamo de mejoras laborales y de seguridad. Desde el Ejecutivo local se minimizaron los alcances de la protesta y se dejó en claro que todas las prestaciones de la comuna se están cumpliendo en total normalidad.
Las medidas de fuerza arrancaron a fines de diciembre y se han prolongado hasta la actualidad. El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Cipolletti, Omar Meza, indicó ayer que su organización exige que los camiones y maquinarias que utilizan los operarios estén en condiciones técnicas adecuadas y que se efectúen acondicionamientos en las instalaciones para que puedan ser utilizadas sin riesgo.
“No puede ser que se utilicen vehículos que no tienen patentes ni luces ni lo más elemental para la seguridad de los compañeros. Además, el taller y otras dependencias están en pésimas condiciones. Por ejemplo, abundan las ratas y no se pueden dejar guantes porque al día siguiente aparecen comidos por los roedores”, enfatizó.
Dijo que recientemente su gremio convocó a una escribana para que dejara asentada la situación y dijo que también se ha pedido nuevamente la intervención de la Secretaría de Trabajo de Río Negro, delegación local.
 
Normalidad
Desde el gobierno local, el secretario de Servicios Públicos, Francisco Jauregui, aseguró que el Municipio está cumpliendo con todas sus prestaciones y destacó que de la protesta de Sitramuci participa menos de una decena de trabajadores.
Enfatizó que los vehículos a disposición están desarrollando sus tareas sin inconvenientes y sostuvo que las labores de recolección, barrido de calles, mantenimiento de espacios verdes y todas las demás actividades “no se han visto afectadas y se desarrollan en forma normal”.
El funcionario afirmó que su secretaría fue la primera del Municipio en repartir la indumentaria laboral obligatoria y, por tal motivo, no se encuentra en falta en este aspecto.
A su juicio, los actuales reclamos de Sitramuci tienen relación con el hecho de que el intendente Abel Baratti no accedió, porque “no podía hacerlo”, al pedido de un bono de fin de año planteado por la organización. Indicó que el jefe comunal no podía utilizar fondos que no había disponibles y dijo que fue después de tal negativa que fueron apareciendo nuevas demandas.