“Manzanas Blancas”: Mexicanos en la mira de la investigación
Se trataría de supuestos empresarios que querían importar manzanas de alta calidad. Hoy llega a Barcelona el último cargamento que podría contener cocaína camuflada.
El artículo dice textualmente:
Quizá fue casualidad. Pero la presencia de ciudadanos mexicanos a 40 kilómetros de Villa Regina, en Río Negro, lugar donde se cargaron los 1570 kilos de cocaína que se ocultaron en un contenedor cargado con manzanas premium, llamó la atención de los investigadores judiciales.
La presencia de esos mexicanos en Neuquén, en el límite con Río Negro, se justificó como la visita de empresarios extranjeros interesados en importar a su país manzanas de alta calidad, según informaron ayer a La Nación fuentes judiciales.
La causa está a cargo del juez en lo Penal Económico Jorge Brugo, el fiscal del mismo fuero Emilio Guerberoff y personal de la División Drogas Peligrosas de la Aduana.
"Todo resulta sospechoso. Más si tenemos en cuenta que el millonario cargamento secuestrado pertenecería a un cartel mexicano de Tijuana. Es muy sugestiva la presencia de estas personas en la misma fecha en que se ocultó la droga. Por ahora sólo se está investigando si tuvieron relación con el cargamento y el contrabando", sostuvo uno de los voceros consultados.
El cartel de Tijuana
La cocaína, de alta calidad, según agregaron los informantes, sería producida en Colombia, pero los dueños serían mexicanos. Se pudo comprobar que, en principio, la cocaína fue comprada por un cartel de Tijuana, cuyos ladrillos secuestrados en el puerto metropolitano llevaban impreso un dibujo del Pato Donald.
"El dibujo [en este caso, el Pato Donald] es la marca de la droga y significa a qué cartel pertenece. Para poder identificarlo, se pidió ayuda a organismos internacionales", explicaron fuentes del caso.
La droga fue secuestrada el 16 del mes pasado en un control de rutina de la Aduana. La cocaína estaba oculta en un contenedor que se encontraba en un depósito fiscal a punto de salir hacia Barcelona, España. El hallazgo se hizo posible por la utilización de un escáner de última generación de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Las manzanas eran la pantalla legal para contrabandear la cocaína a Barcelona. Por eso la denominación del operativo como Manzanas Blancas. Cada cargamento estaría valuado en 70 millones de euros.
Cinco días después, en el puerto de Santos, en San Pablo, Brasil, se descubrió otro cargamento de cocaína escondido en cajones de manzanas premium. Esa vez se trató de 1724 kilogramos de droga.
Los embarques eran exportados por la misma empresa y tenían como destino el puerto de Barcelona.
Otras dos embarcaciones con manzanas del Alto Valle de Río Negro y despachadas por los mismos protagonistas siguieron su viaje. Una llegó a destino la última semana de junio. Pero en el contenedor sólo había fruta. No se descubrió ningún rastro de estupefacientes en los cajones de manzana.
La otra embarcación, en principio, llegaría hoy al puerto de Barcelona. "Queremos estar atentos. No descartamos que en los contenedores haya otra tonelada y media de cocaína", dijo a La Nación una fuente de la investigación.
El secuestro de cocaína ya es récord. Sumados los decomisos de Santos y Buenos Aires, la causa ya tiene 3294 kilos de droga (parte del cargamento fue incinerada anteayer en Dock Sud), pero si en el barco que estaba por llegar a Barcelona hay más estupefacientes se podrían superar las cinco toneladas en total.
"Si bien se pudo secuestrar la droga, hay que investigar cómo se logró ingresar en la Argentina casi 3300 kg de estupefacientes [sin contar la posible existencia de más cocaína rumbo a España]", dijo una fuente de la investigación.
La causa, por el momento, tiene a siete personas detenidas. Pero hay otras seis personas prófugas.
El primer detenido de la investigación fue el dueño del embarque, que fue apresado cuando se descubrió la cocaína.
Control burlado
El cargamento secuestrado en el puerto de Buenos Aires había pasado en forma exitosa un control aduanero de rutina en Villa Regina. En la causa hay dos empleados de la Aduana de esa ciudad imputados por su presunta responsabilidad en ese hecho.
Ahora, los investigadores quieren averiguar cómo ingresó la droga en la Argentina. Una de las hipótesis que manejan los pesquisas es que el embarque de cocaína fue traído al país en una avioneta.
"Por la cantidad de droga secuestrada, sospechamos que ingresó en el país por vía aérea en un vuelo clandestino. Nadie se iba a animar a transportar la cocaína y pasar varios puestos de control fronterizo. Seguramente, la cocaína fue abandonada en algún campo y, después, llevada a la zona de Villa Regina", había explicado días atrás un investigador judicial.
Gabriel Di Incola / LA Nación
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