Los Cifuentes, más complicados

La situación judicial de los hermanos Cifuentes se vio agravada con la muerte de Blanca Rosas, ocurrida tres días después de haber recibido un disparo en su cara. Fueron indagados nuevamente y se les informó que afrontan una acusación por los delitos de violación de domicilio en concurso real con homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, en concurso ideal con portación ilegal de arma de fuego; mientras que en un primer momento se les imputó la tentativa de homicidio.
La víctima, de 42 años, fue baleada el jueves por la mañana en su departamento ubicado en la tira “E 19”, del barrio 200 Viviendas, y murió el domingo cerca de las 18 en una clínica de General Roca. Las fuentes policiales ya habían anticipado que su estado de salud era “irreversible” debido a la pérdida de masa encefálica que había sufrido. Las pericias que realizó personal del Gabinete Criminalística dieron cuenta que el impacto que sufrió la mujer fue a corta distancia y que fue efectuado  con una tumbera, secuestrada en el barrio Managua, donde los agresores se escondieron.
Hernán “El Tuerto” Cifuentes, de 25 años, quien se encontraba bajo el régimen de salidas transitorias, desde el hecho perdió el beneficio. En su testimonio negó cualquier vinculación con el incidente pese a la declaración de los testigos que lo sitúan en el lugar. El interno del Penal 5 supo de la agresión que había sufrido su hermano cuando llegó a su casa, ubicada en la tira “E 16” del mismo barrio de la víctima, de la penitenciaría y éste le contó. El joven, de 20 años, le dijo que había estado con los hijos de Rosas y que uno le produjo un corte en su cabeza con un elemento contundente.
En venganza los hermanos Cifuentes se habrían armado con un tumbera y fueron hasta la casa de la mujer, patearon la puerta y apenas entraron efectuaron un disparo. Cuando Rosas escuchó los ruidos se levantó, ya que estaba durmiendo, al igual que sus hijos, y fue cuando se encontró con los agresores. El disparo le ingresó por su ojo derecho.
 
Autoría
En principio trascendió que el agresor había sido el interno del penal pero a través de la declaración que realizó el menor de los hermanos Cifuentes esta hipótesis fue reformulada. “Sabemos que el que habría disparado fue el menor, aunque hay que esperar las pericias”, confió el subcomisario Julio Gutiérrez, a cargo de la unidad 79.
La Justicia espera el resultado de un test para establecer quién disparó.