
LMCipolletti 14 de diciembre 2009
Liga del PJ decidiría candidaturas del 2011
Los intendentes pretenderán influir en la elección del postulante a gobernador.
Las expresiones de Reggioni trasuntan la presunción de que no existiría por el momento en el principal partido de oposición en la provincia la perspectiva de catapultar a alguien en especial para la próxima pulseada por el control del gobierno, algo que los radicales –por fuerza propia o con aliados- dominan desde el retorno de la democracia, hace 26 años.
El intendente orense hizo declaraciones en la mañana de ayer a LU-18, oportunidad en la que al ser consultado en forma precisa por las candidaturas del PJ para las elecciones generales a realizarse en un par de años, no titubeó en apelar a una frase que pareció todo un condicionante. «El futuro candidato deberá tener el apoyo de la Liga de Intendentes; eso es fundamental», señaló Reggioni, quien además ejemplificó la relevancia de la citada organización al referir que «allí se encuentran agrupados 17 municipios, lo que equivale a demostrar que la mitad de las comunas de la provincia son gobernadas por el justicialismo».
Dejó entrever, además, que esa sería una posición que anida en el corazón de la Liga, habida cuenta que al menos en forma puntual no han surgido de allí posiciones determinantes con respecto a la autoproclamación de Soria, quien en una reciente conferencia de prensa ofrecida en Viedma desafió a que levantaran la mano quienes estaban a favor de una candidatura de Pichetto. Irónico, pidió esa vez «que levanten la mano los que son pichettistas, para poder empezar a conocerlos. Nunca me lo dijeron personalmente porque son cagones», dijo Soria con su incisivo y a veces agraviante verbo.
Es sabido que justamente Pichetto es un dirigente que tiene mucha consideración, respeto y apoyo en integrantes de la Liga de Intendentes, especialmente porque el senador ha sido un decisivo nexo en gestiones que los jefes comunales han necesitado de Nación.
De allí que las declaraciones de ayer de Reggioni puedan interpretarse como una advertencia, o quizá un freno, al ímpetu de Soria por conquistar espacio en una eventual fórmula del 2011.
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