La tensión por los nombres del 2011
Reapareció la posibilidad de que Julio Arriaga se postule para la intendencia. Pero en la ciudad hay muchos aspirantes, de distintos colores.
No es tanto el tiempo que queda, como pudiera parecer, cuando se trata de instalar figuras que, en ocasiones, ni siquiera tienen un apreciable nivel de conocimiento en el seno de la comunidad.
La gente tiende a votar por lo que más conoce y, aunque los oficialismos suelen tener alguna ventaja a este respecto por la continua exposición pública de sus referentes, no siempre se puede confiar en un efecto automático de esta realidad.
La proliferación de encuestas, algunas públicas y otras mantenidas en reserva, no hacen más que potenciar la ansiedad entre los dirigentes partidarios de diverso signo, entre otras cosas porque las mediciones suelen dar resultados bastante diversos en muchos casos.
Para el oficialismo municipal, encarnado en el Frente Grande, la reaparición del nombre de Julio Arriaga en la arena de la discusión política, encendió una luz de alarma en los días que han pasado. El hecho despunta como una gran piedra en el camino para sus planes de ubicar a un incondicional en la sucesión del intendente Alberto Weretilneck.
Las encuestas coinciden en el peso específico que sigue teniendo el ex intendente en el imaginario colectivo local, por lo que la posibilidad de que vuelva a postularse para la comuna ha despertado alguna desazón sólo conciliada por la esperanza que este mentado regreso únicamente quede en el mundo de los sueños.
Por lo pronto, Weretilneck volvió a ratificar que el candidato del Frente Grande será algún integrante del gobierno municipal o algún edil (léase Jorge Barragán, Claudio Di Tella o Abel Baratti), sin margen para Arriaga, a quien quiere como ladero en un eventual derrotero provincial.
Sin embargo, desde el bando de Arriaga, quien por ahora se sigue reconociendo como integrante del espacio del actual intendente, se sostiene que el ex intendente ya tomó la decisión de volver por sus fueros, en busca de probarse otra vez la ropa de jefe comunal.
En la oposición radical, en tanto, las cosas todavía no han decantado. El dirigente más perfilado para ocupar el sillón de "alcalde" continúa siendo Lucas Pica, quien, para validar sus intenciones, se presentaría otra vez, llegada la ocasión, para presidir la conducción del Comité de avenida Alem.
Los sondeos efectuados por iniciativa de la UCR, lo ubican algo por debajo de Arriaga y por encima de todos los demás eventuales postulantes. Sin embargo, la presencia potencialmente peligrosa para él del ex ministro de Hacienda Pablo Federico Verani, puede representar un escollo a superar si el calvo ex funcionario decide finalmente arriesgar su suerte en una interna.
Dicen que Pica da por descontada una victoria propia, pero nunca está de más recordar que la fortuna a veces cae sobre el punto y no en la banca.
Los nombres expectantes de otras fuerzas políticas, mantienen su optimismo y el que más, según afirman, es el legislador de REDES Fabián Gatti, quien no afloja en su convencimiento de que será el próximo jefe comunal, respaldado por votos que considera le serán fieles.
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