La presidente de la UCR reveló que se eliminaron 100 cargos docentes

Cipolletti.- La presidente del Comité Central de la Unión Cívica Radical (UCR) de Río Negro, María Inés García, reveló que el ajuste anunciado por el gobernador Alberto Weretilneck “comenzó en Educación cuando en una sesión del Consejo Provincial de Educación se suprimieron más de 100 cargos docentes, que afectan básicamente a las escuelas de Jornada Extendida, a escuelas de los barrios de la ciudades y a las escuelas de los parajes”.

 

La también ex legisladora agregó que “a la luz de los hechos, es evidente que las palabras del señor gobernador prometiendo un año de problemas financieros comenzó a hacerse realidad”.

 

Recordó que el mandatario provincial había anticipado que “para poder pagar a los policías no se harían obras, de por sí una mala estrategia pero además ilegal porque significa que habrá nuevos destinos a partidas presupuestarias ya aprobadas para otros fines, afirmación a la que se suman las declaraciones del ministro de Obras Públicas, Fernando Vaca Narvaja diciendo que en un semestre ejecutará todo el presupuesto".

 

En ese sentido la titular de la UCR indicó que “ahora se conoce el avance en el Ministerio de Educación y Derechos Humanos suprimiendo en una sesión del Consejo Provincial de Educación más de 100 cargos docentes, que afectan básicamente a las escuelas de Jornada Extendida, de los barrios de la ciudades y de los parajes”.

 

María Inés García agregó que “esta decisión es una demostración del sentido trascendente que para esta gestión del Frente para la Victoria tiene la tarea educativa, además de incluir a los docentes como primeros en el cronograma mensual de pagos y de la revolucionaria inclusión de los padres en el gobierno de la Educación y en la actualidad casi todos renunciados”.

 

 

Finalmente afirmó que el gobierno provincial kirchnerista “no tiene destino” ya que “cuenta con funcionarios con salarios escandalosos que no cumplen con los requisitos necesarios para desempeñar la tarea, con organismos de control cuyas cabezas se favorecen a sí mismos con las asignaciones de súperhaberes, con ministros más preocupados por tener la representación de su sector interno que por llevar adelante políticas que mejoren la calidad de vida de los rionegrinos, una gestión que no consigue que el sistema de salud pública funcione mínimamente y que tiene tanto desapego por las cuestiones institucionales”.