
La esperanza que no pudo ser
Finalmente, el operativo para realizar la ablación de órganos no pudo culminarse de manera satisfactoria.
Desde la Fundación se informó que el Incucai había sido notificado casi 48 horas antes de la existencia de un posible donante, con el objetivo de que pudieran tomar contacto con los familiares, quienes debían prestar su consentimiento.
Acorde al protocolo, se envió el martes, a las 9, una muestra de tejidos. Los mismos consistían en sangre especialmente preparada para que se pudiera realizar el análisis de Kosmach, que permite la identificación de los tejidos y la histocompatibilidad. Los resultados de este estudio sirven para determinar dónde se encuentran los posibles receptores de los órganos.
Una vez que la muerte cerebral está declarada, la posibilidad de mantener el corazón bombeando, a pesar de la asistencia mecánica, depende de la medida en que éste se deteriora. Una vez que se ve afectada la parte que controla el sistema cardíaco es imposible continuar con el bombeo de sangre a los órganos, con el consecuente daño.
En el caso de la paciente, se recurrió a todo los instrumentos necesarios para mantener el sistema cardiovascular funcionando. Pero este recurso no puede sostenerse indefinidamente.
Desde la clínica se explicó que mientras se mantenía latiendo el corazón de la paciente, se esperaba una definición por parte del Incucai en cuanto a quien sería el responsable del operativo. Sin que la organización lo autorice, no se puede proceder, se indicó. Se requiere de un referente que hable con los parientes, obtenga la aprobación y ponga en marcha el procedimiento.
También, se explicó que durante el tiempo que llevó el operativo, al detectarse que el corazón comenzaba a fallar, se recurrió a la adrenalina con el fin de mantenerlo latiendo. Como consecuencia, se determinó que el corazón ya no era apto para transplante dado que había sido forzado para que se mantuviera la irrigación sanguínea y así poder salvar la mayor cantidad de órganos posibles. Pero las dificultades continuaron por lo que se canceló el procedimiento de ablación.
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