Investigadores sorprendidos por la saña en el crimen de Gonzálvez

El crimen del joven Nicolás Gonzálvez parece prácticamente esclarecido, aunque poco se sabe sobre el contexto en el que se dio la salvaje agresión.
Fuentes allegadas a la investigación manifestaron su sorpresa por el ensañamiento que tuvieron los (se cree que fueron varios) asesinos. Según contaron, el cadáver fue hallado con una innumerable cantidad de golpes prácticamente en todas las partes del cuerpo y heridas punzo-cortantes. Además, se supo que el cuerpo había sido rociado con nafta y que los agresores intentaron prenderlo fuego.
La víctima tenía 26 años y estaba domiciliado en el barrio San Pablo. El sábado por la noche apareció muerto en el predio del ferrocarril de calle Fernández Oro, en cercanías al anfiteatro de la Casa de la Música. Lo encontró un sereno del Municipio, quien alertó rápidamente a la Policía.
Tras su hallazgo, el cuerpo fue trasladado a Roca, donde se realizó la autopsia correspondiente para determinar las causantes de muerte, que en este caso estaban ya bastante claras.
A las horas, gracias al testimonio de vecinos y a los insistentes rastrillajes a cargo de la Comisaría Cuarta y con la colaboración del resto de las unidades, se detuvo a tres sospechosos en la zona norte, uno mayor de edad y los otros menores. “Todo indicaría que estamos ante los responsables del hecho, aunque no se descarta que puedan haber más detenciones”, confirmaron desde las fuerzas de seguridad.
El juez Gustavo Herrera, destacó el trabajo de la Policía para poder atrapar a los sospechosos.
“Voy a cuidar a sus hijos”
La familia Gonzálvez quedó totalmente destrozada tras la noticia de la muerte de Nicolás.
Marcos, hermano menor, aseguró a través de las redes sociales: “Me sacaron un pedazo de mi corazón. Yo no le deseo mal a los que arrebataron la vida de mi hermano. Voy a orar por sus vidas para que conozcan a Jesús quien es justo ante todas las cosas”.
La víctima tenía dos hijos que ahora quedarán sin padre pero con una familia que les brindará todo, como aseguran que lo hacía su padre. “Los voy a cuidar como si fueran míos, porque él los amaba”, señaló Marcos.
Por último, agregó: “A mi hermano nunca lo olvidaré, pero a mi pueblo le digo que no queremos más asesinatos ni violencia. No hace falta más policías, falta que sea un principio en sus vidas”.