Inquietud por el final de muchos contratos en el Municipio

Transitando el mes de enero, entre muchos trabajadores municipales cunde una gran inquietud porque se terminan los tiempos de los contratos laborales y deben aguardar por la decisión del Ejecutivo local de renovarles o no la relación  por un nuevo período. Todo ello genera una lógica ansiedad, máxime en las familias de aquellos que dependen únicamente de estas fuentes de ingreso.
Así lo puso de manifiesto ayer el referente de ATE en la comuna, Héctor Aguilar, quien precisó que suman alrededor de 1.500 los empleados que están en condición de contratados, frente a los cerca de 300 que pertenecen a la planta permanente.
El gremialista destacó los sufrimientos que se padecen en los hogares en que la determinación de la continuidad o no de una fuente laboral depende exclusivamente de la voluntad y el parecer de los funcionarios de turno de la comuna. La incertidumbre por el futuro se convierte en un factor de tensión constante e inmerecido en las familias.
Sostuvo que la incorporación a planta de más de 50 empleados que tenían más de 15 años de antigüedad como contratados, con ser un hecho positivo y valorable, resulta insuficiente ante la gran cantidad de trabajadores que están aún en situación de inestabilidad.
Afirmó que las autoridades deberían haber realizado el pase de por los menos un 10 por ciento del total de contratados y eventuales, es decir, unos 150, a tenor de las estimaciones del sindicalista. Agregó que son demasiados los años que en el Municipio las relaciones laborales no son las que deberían, lo que también se observa en el prolongado congelamiento de la carrera administrativa.
Desde ATE se continuará con su lucha por el blanqueo de más trabajadores, por el respeto de las condiciones de seguridad e higiene laboral, por la recuperación de derechos y por un aumento salarial que esté a la altura y permita sobrellevar la inflación que se viene registrando.