Denunciaron exhumación ilegal
Una familia descubrió que tres cuerpos fueron retirados de un nicho sin motivo aparente y querellarán al Municipio. Les habrían asegurado que existía una deuda, pero lo desmintieron.
Una familia cipoleña iniciará acciones legales contra el Municipio por la exhumación presuntamente irregular de los cuerpos de tres personas que ocupaban un mismo nicho en el cementerio local. Sin notificaciones previas formales, ni irregularidades comprobadas, el Ejecutivo abrió un nicho y retiró los cuerpos de un matrimonio y uno de sus hijos. Sus allegados se enteraron en forma casual, cuando fueron a visitarlos, y se presentaron con documentación que acreditaría un procedimiento erróneo. “Ni disculpas nos pidieron, nadie se hace cargo, y esta situación amerita que haya responsables”, cuestionó Pedro Vázquez, uno de los hermanos que querellará a la comuna.
El cementerio es sinónimo de nexo con los seres queridos fallecidos para miles de vecinos. Para muchas familias, los recuerdos y los vínculos afectivos se mantienen latentes en visitas periódicas a sepulturas y bóvedas, donde pocos recuerdan el momento del último adiós, sino que añoran otras historias. “¿Por qué nos hicieron vivir todo eso nuevamente? No tienen ningún derecho”, dijo Pedro luego de participar junto a otros de sus hermanos de algo así como un segundo entierro de sus padres.
Según explicó, la comuna habría decidido retirar de uno de los nichos un ataúd y una urna con los restos de dos personas por una mora en la cancelación del arrendamiento. “Siempre es lo mismo, nunca pagan y cuando sacamos los familiares vienen acá, lloran y los quieren”, aseguró Vázquez que una empleada les dijo a dos de sus hermanos, tras lo cual exhibieron un comprobante de pago que descarta esa posibilidad. “Ellos habían mandado un edicto, pero nosotros regularizamos la situación y entonces la respuesta que nos dieron es que no se había cargado el depósito en el sistema”, explicó.
El caso
El domingo 27 de octubre, integrantes de la familia fueron al cementerio a visitar a sus deudos y encontraron la cripta abierta y con un cajón dentro que, luego comprobarían, era de otra persona. Los trabajadores que se encontraban en la necrópolis les pidieron que concurriesen durante la semana para plantear la situación en la administración. “Ahí fue cuando nos hicieron este planteo de la deuda, que es una mentira”, dijo Vázquez.
Según su versión, en febrero el Ejecutivo notificó una acrecencia por $396,42 que fue pagada en julio. Y cuando él reclamó detalles de las sepulturas para radicar una denuncia Penal, le extendieron otra deuda, por 142 pesos. “Esta vez no hubo edicto, pero dicen que tiraron una notificación por debajo de la puerta de la casa de mi hermano. Si fuese así, a ellos no debería figurarles el pago anterior. ¿Cómo puede ser entonces que la deuda que nos informan sea de 142 pesos? Tendría que ser la suma. No existe nada para demostrar que actuaron bien. Yo no se prender, ni apagar una computadora, pero no soy idiota. No puede haber dos computadoras, que cada una tenga datos distintos y ejecutar en base a eso la exhumación de los cuerpos”, fustigó el hombre.
Ante esa situación inició un curioso derrotero por sedes judiciales. “Fui a Fiscalía y no me tomaron la denuncia porque estimaron que no es delito. Yo le digo a mi hijo: 'Andá, rompé nichos y tirá los cuerpos por ahí que no vas a ir preso'. ¿Cómo puede ser que no sea un delito? Me enviaron a una oficina de asistencia al ciudadano, me hicieron pasar y adelante mío llamaron a una persona, le contaron mi caso y le preguntaron si él se iba a hacer cargo. Cuando cortó, me dijo que el secretario de Gobierno (Darío Bravo) me iba a llamar. Y eso fue todo, para la Justicia”, contó.
Como Bravo, ni ningún otro funcionario, se comunicó “mandé una carta documento, preventivamente, y como familia decidimos querellar al Municipio. Vamos a ir hasta donde tengamos que ir. No pasamos una situación económica difícil, pero vamos a actuar como lo hace el Ejecutivo, que todo lo quiere acomodar con plata”.
Aguardaban un contacto "como un gesto, una demostración de grandeza, que digan "este tema es difícil, pero nos equivocamos". Pero al contrario, quieren excusarse y negarlo".
Por el momento, se desconoce la versión del Municipio sobre el polémico incidente. Este medio intentó contactar ayer a miembros del Ejecutivo, pero no fue posible.
Tras las quejas, restituyeron los restos
Pedro Vázquez planteó que habría más casos similares porque “el depósito (del camposanto) parece un aguantadero de restos”, y sostuvo que “es muy difícil explicar a la comunidad todo lo que esto genera. Causa problemas familiares muy grandes entre nosotros, aparecen miserias, discusiones. Y no tendríamos que haber pasado por todo esto, es algo muy duro. Tuvimos que ver la urnita de mi papá y mi hermano tirada en el suelo, el cajón de mi mamá todo roto, sin la "chapita" con su nombre, ni manijas y todos los elementos afectivos que colocamos en el nicho en una bolsa de residuos. Todo, sin motivo”.
El viernes por la mañana, finalmente, empleados de la necrópolis devolvieron los restos de la familia a la tumba en un reconocimiento implícito del error de la comuna. El Ejecutivo había adelantado que realizaría procedimientos de ese tipo con morosos por lo que, de existir realmente una justificación para la maniobra debería haberse mantenido firme la determinación.
La entrega de los restos no fue por poco un segundo entierro. “Mi mamá murió de cáncer hace tres años, ya era casi una cuenta regresiva y estábamos preparados. Cuando fallece, lo que uno hace es una inversión para darle lo mejor. Es el último acto hacia las personas a las que se quiso. Ese cajón que estaba en el nicho fue sacado injustamente, lo rompieron, quedó abierto y lo clavaron así nomás. Que lo sepan, me están golpeando donde más me duele. A mí y a otros 60 familiares directos de ellos tres. Esto no puede quedar así”, graficó.
Ante los daños en el ataúd, hubo dudas respecto de si era el correspondiente. “Tuve que ir con el dueño de una casa funeraria a ver si el peso coincidía con el que debería tener después de tres años para dar fe de que lo que me dieron es el cuerpo de mi mamá. ¿A alguien le parece que está bien llegar a esa situación?”, cuestionó.







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