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Denuncian que el Deliberante quiere homenajear a una funcionaria de la dictadura

Gervasio Díaz, de Hijos, dijo que el Deliberante aprobó una iniciativa para que una plaza de Cipolletti lleve el nombre de una funcionaria de la dictadura.

Gervasio Díaz, referente de la agrupación HIJOS del Alto Valle, denunció que el Concejo Deliberante de la ciudad aprobó un proyecto para homenajear a una mujer que fue funcionaria civil de la dictadura militar en Cipolletti. Dijo que la docente junto con el interventor militar que tomó el poder del Municipio, persiguieron y amenazaron de muerte a su madre, y que el relato forma parte del juicio por delitos de lesa humanidad de La Plata.

“Se trata de un personaje siniestro, que se esconde ahora detrás de la imagen de una tierna abuelita. Pero en realidad fue una pata fundamental de la dictadura militar en Cipolletti”, explicó Díaz en diálogo con LM Cipolletti.

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Contó que al ver la noticia sobre el homenaje que había sido aprobado por unanimidad en la comisión de Gobierno del Concejo Deliberante, no lo podían creer. El proyecto, que fue presentado por el Centro de Docentes Jubilados, propuso que la plaza del barrio San Lorenzo de Cipolletti sea nombrada Ida D'Anna. La otra propuesta era el nombre de Abuelas de Plaza de Mayo pero se decidió junto con la Red por la Identidad utilizarlo en otro espacio verde que aún no se definió.

“Esta docente de 97 años, que ahora le quieren poner su nombre a una plaza cipoleña, en realidad se llama Ida D'Anna de Bustios. Fue la secretaria de Gobierno del capitán de marina Aldo De Rosso, el interventor que pusieron los militares en la Municipalidad de Cipolletti en 1979. Era la segunda después de Rosso, y se trató de un cargo político. Ellos dos echaron a mi mamá de su trabajo en la Municipalidad, la amenazaron con desaparecerla y la persiguieron también en la escuela donde trabajaba”, relató Díaz. Dijo que todo está documentado en el juicio contra los militares de La Plata donde se tramitó la causa por el secuestro de su madre.

Haydeé Lampugnani llegó a Cipolletti en febrero de 1979 junto con sus dos hijos de 4 y 5 años luego de ser liberada de la cárcel de Devoto donde estuvo como presa política en la Dictadura. Antes estuvo secuestrada ocho meses en el denominado Circuito Camps de la provincia de Buenos Aires y en el centro clandestino de detención La Perla, en Córdoba.

“Al llegar a Cipolletti consigue trabajo de inmediato; es asistente social. Comenzó a trabajar en la Municipalidad y como docente en la escuela 19. La intervención militar accedió a sus antecedentes y De Rosso junto con D'Anna de Bustios la amenazaron para que se vaya del municipio. Le dijeron que si no se iba, sabía lo que le iba a pasar”, relató Díaz.

Contó que además, la persecución continuó en la escuela donde trabajaba.

“Ambos personajes fueron hasta el colegio y apretaron a quien era el director en ese momento, el querido docente Prieto. Le pidieron que le inicie un sumario y la separe del cargo. Prieto se negó, dijo que no tenía fundamentos, y desde el Gobierno mandaron observadores a sus clases de forma constante para amedrentarla”, contó el referente de HIJOS.

Con la vuelta a la Democracia, su madre logró recuperar su trabajo en la Municipalidad con la antigüedad que le correspondía, y se jubiló tras 40 años de labor. Además, aseguró que esta reconocida docente, funcionaria de la dictadura, fue "partícipe necesario" del accionar de los genocidas en la región.

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“Esta mujer fue la pata civil de la dictadura militar en Cipolletti. Y lo que pasa con el Deliberante da cuenta que nosotros como sociedad, y los representantes, siguen andando en el camino del olvido y del desconocimiento. En el Deliberante seguro habrá gente que desconoce sus antecedentes, pero tampoco se ocuparon de saberlos”, cuestionó Díaz.

Dijo que como hijo de desaparecidos y militante por los Derechos Humanos es su deber denunciar la participación de esta mujer como responsable civil del Golpe. “La dictadura fue llevada adelante por los genocidas de las Fuerzas Armadas y con muchas personas que garantizaron este genocidio. Ella es una de estas personas”, añadió.

Díaz indicó que el 11 de agosto le tocó declarar en el juicio que se realiza en La Plata en la causa que tiene como una de las victimas a su madre, y que todo lo que dice quedó documentado en la Justicia Federal.

“Yo reivindicó a la gente de Cipolletti que nos acobijó y nos crio. Porque mi mamá trabajaba doble turno y eran mis vecinos quienes me cuidaban a mi hermano y a mí cuando ella no estaba. Hay muchas personas que tienen que ser reconocidas, sin ir más lejos enfermeras y médicos que trabajaron durante la pandemia, y no estos personajes nefastos”, criticó Díaz.

Finalizó que, de ser necesario, está dispuesto a ir de forma presencial hasta el Concejo Deliberante a contar su historia para frenar el homenaje, que, además, se trata de la plaza del barrio donde vivió por muchos años y donde hoy reside su hijo.

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