
Complejo escenario para la fruticultura
Chacareros y analistas coinciden en el diagnóstico de una situación de quiebre para la economía regional del Alto Valle. "Hay que hacerlo de vuelta", dijo Eduardo Artero.
El economista Miguel Giacinti también concluyó que se necesitan soluciones estructurales ante la pérdida de competitividad.
Susana Álvarez, presidenta de la Cámara de Productores de la ciudad planteó a principios de la semana que el actual es el peor momento histórico para los pequeños y medianos productores. Y, con el correr de los días, otros referentes del sector y analistas de la cadena de producción opinaron en forma similar, expresando que se atraviesa una situación que será bisagra para la economía regional.
“Estamos viviendo momentos de un gran desamparo. Son las peores condiciones que han pasado los chacareros en tantos años”, enfatizó Álvarez, y dijo a La Mañana de Cipolletti: "Nunca habíamos sufrido lo que ahora estamos sufriendo".
En una línea similar de pensamiento, Eduardo Artero sostuvo: "Para salir de esta hay que hacer el Valle de nuevo, porque muchos productores desaparecieron y, como está planteado, vamos a seguir perdiendo chacras. Lo que pasa es que no sabemos quién lo va a hacer, porque la fruta requiere muchos años de trabajo antes de cosechar".
Según el ex titular de la Federación, "la provincia ha puesto la plata mal, siempre. Porque aportaron por hectárea y la fruticultura se hace por producción y calidad de fruta. Siempre se equivocaron, porque nos nivelaron para abajo", según declaró a la revista Agrovalle.
El economista Miguel Giacinti también declaró que la política de subsidios resulta desacertada para la situación actual: "Son parches, en general. La fruticultura es como un paciente que está en terapia intensiva, al que se lo estabiliza, pero cuando está mejor no se busca el problema de fondo. Nunca se buscan las soluciones estructurales, y de ahí viene la desesperación de los productores", manifestó a LU5.
La actividad "tiene sistemas complejos, y no se arregla con una sola variable. El cisne negro que no esperábamos es que Chile salga, como salió, a vender 8 millones de kilos de manzanas a Brasil. De hecho, también empezó a venderle pera, cuando antes no lo hacían", planteó el especialista en la cadena frutícola.
La consecuencia, manifestó Artero, es que "si ves una chacra en Cipolletti, se está pensando en hacer una cancha de fútbol o un loteo, cualquier cosa menos producir. La mayoría apuesta al cementado, porque ahí está el negocio. Se ha eliminado el trabajo de los abuelos con un caballo, y no hemos progresado, porque no hay rutas ni hospitales".
En ese contexto, los pequeños chacareros siguen reclamando al Estado un plan de acción que permita revertir una situación que, al parecer, se profundizará en la próxima cosecha.
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