Un operativo interprovincial para dar con dos perros robados

La desaparición de dos perros en Neuquén, terminó con un operativo en una vivienda de Allen, en el cual no pudieron dar con las mascotas, pero si con el auto que se las habría llevado.

El increíble hecho tendría su inició hace un mes atrás, cuando personas que ocupaban un Toyota Corolla gris se llevaron a dos perros (un caniche blanco y un beagle negro y marrón) de Villa Ceferino.

Según informó el dueño de los animales, los perros vivían en la casa de su abuela, quien actualmente cumple con una internación domiciliario. Es así que en el ingreso de uno de los enfermeros que está a su cuidado, las mascotas se escaparon, y fue en ese momento que el auto se los llevó.

Sin embargo, este accionar fue visto por un vecino, quien anotó el número de patente del vehículo y se lo acercó al dueño.

Policía Río Negro

Aunque el hombre hizo la denuncia correspondiente (en la que aseguró que los animales se encontrarían en cautiverio para ser usados con fines reproductivos y así vender dichas crías), no vio avances en la investigación, por lo cual solicitó un informe de dominio, con lo que consiguió los datos del auto, y así llegó al domicilio de la dueña, ubicado en el barrio Norte de Allen.

Según confió el medio Mejor Informado, con esos datos, el hombre realizó una ampliación de denuncia, y bajo el mando de la fiscal María Soledad Rangone, policías neuquinos se movilizaron a la ciudad rionegrina para realizar tareas de vigilancia, en las que si bien no dieron con los perros buscados, si lograron individualizar el auto.

Con el vehículo en la mira, la fiscal solicitó la orden de allanamiento, la cual derivó al juez de Garantías de Roca, con jurisdicción en Allen, y fue así que horas atrás los móviles de la Policía Neuquina junto con una camioneta de la Brigada Canes, desembarcaron en Allen.

Pese a que en el allanamiento no se logró encontrar a las mascotas que se buscaban, si se secuestró el Toyota Corolla para realizar las correspondientes pericias. En tanto, la propietaria de la vivienda, una enfermera jubilada proteccionista de animales, negó por completo lo denunciado.