Condenaron a pareja de ladrones, pero siguen libres

Un hombre y una mujer que robaron un auto a mano armada, lo chocaron al escapar de la policía y luego fueron atrapados en otro vehículo robado tras una nueva persecución, fueron condenados a tres años de prisión en suspenso en un juicio abreviado en el que admitieron su culpa. La pena no los lleva tras las rejas, aunque deberán cumplir pautas de conducta.

Tres hechos les imputaron a Celeste Verdugo y a Carlos Sáez. El primero ocurrió el 30 de diciembre del año pasado, cuando un joven y su novia a bordo de un Fiat 500 pararon en Parque Norte, donde fueron sorprendidos por la pareja de delincuentes.

La acusación de la Fiscalía describe que Sáez extrajo un arma tipo “tumbera”, con la que apuntó al muchacho y le ordenó “bajate y dame las llaves”, por lo que las víctimas descendieron y los ladrones escaparon con el coche.

Unas horas después de haber realizado la denuncia una patrulla de la Comisaría 32 detectó el rodado y lo intentaron interceptar, pero huyeron. De todos modos, no fueron muy lejos, porque a pocas cuadras chocaron una columna, por lo que fueron atrapados.

Sin embargo, no lo asumieron como un escarmiento, porque en febrero último fueron sorprendidos a bordo de un Renault Kwid que 12 horas antes había sido sustraído, aunque no se determinó quien. Su propia dueña fue quien los encontró en su vehículo y los empezó a seguir, mientras alertaba a la policía.

Los uniformados los persiguieron por la Ruta 22 en dirección a Fernández Oro, pero escaparon a toda velocidad desoyendo las órdenes para que se detuvieran. Fue una secuencia riesgosa, ya que en la entrada a la Isla Jordán casi embisten a dos motocicilistas. Mientras que más adelante otro patrullero intentó interceptarlos, pero los esquivaron y siguieron. En el Puente 83 tomaron hacia la Ruta 65, pero otro patrullero logró frenarlos. Al verse rodeados se bajaron e intentaron correr, pero los detuvieron.

Ambos fueron acusados por “robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no fue acreditada” por el primer episodio y por “encubrimiento agravado por receptación dolosa y por el ánimo de lucro en concurso real con resistencia a la autoridad” en el caso del segundo, por lo que no les comprobaron que lo habían robado.

La fiscal adjunta Annabella Camporesi y el defensor Rodrigo Martinez propusieron cerrar la causa en un juicio abreviado. Contemplaron que no tenían antecedentes penales. La jueza María Florencia Caruso Martín determinó que era factible el acuerdo y dictó el fallo en esos términos.

Pautas de comportamiento por dos años

El acuerdo entre las partes aceptado por la jueza Caruso Martín incluyó el cumplimiento de pautas de conducta por el término de dos años. Deberán presentarse cada dos meses al Instituto de Presos y Liberados; mantener domicilio y avisar en caso de ausencia; abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y drogas en vía pública y en exceso y tampoco cometer nuevos delitos. Las pautas deben cumplirse bajo apercibimiento de ser modificadas o de revocarse la condicionalidad de la pena, por lo que la cumplirían en prisión.