Locutora, catequista y folklorista: Leonor deja su "huella sureña"
Multifacética, llegó al Complejo Cultural Cipolletti difundiendo un programa que honra las raíces y la tradición. La historia de esta estimada vecina que encontró en Oro su lugar en el mundo.
La inconfundible voz de cada mañana en la radio comunitaria de Oro. La apasionada e incansable difusora del folclore y la cultura en esa vecina ciudad y la región. La querida catequista de la Iglesia San Pablo, en Cipo, que tanto estiman los chicos y recuerdan los mayores; el alma de aquellos campamentos inolvidables.
Todo eso y mucho más es Leonor Salomone, quien este miércoles se dio el gusto de presentarse en el Complejo Cultural Cipolletti con Huellas Sureñas, un programa que “desde los inicios rescata y honra las tradiciones y conduzco junto a Sebastián Echaures”.
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“La Asociación Folkloristas Unidos presentó un proyecto a Cultura de Cipolletti y nos aprobaron para hacer los vivos vía streaming desde el Complejo y así difundir la música local. Hubo mucho público, fue muy fuerte, una linda y hermosa experiencia. Serán 4 especiales, uno por mes, hasta noviembre”, explica “Leo” sobre lo vivido en el imperdible y autóctono espectáculo que continuará el 20 de septiembre, 11 de octubre y 15 de noviembre.
Vaya si conoce de noche memorables la multifacética vecina: es, como si fuera poco, la animadora de los principales eventos y festivales orenses.
Su historia: tres hijos, tres pasiones
Nació en San Rafael, Mendoza, pero por cuestiones laborales de su familia se trasladó a la región cuando tenía 12 años. “Mi papá era petrolero, estuvimos en Catriel, en Neuquén y luego me vine a Cipolletti, donde vivo actualmente, pero me enamoré de Fernández Oro, un lugar que tiene una magia propia y donde trabajo hace 2 años”, describe su recorrido y revela cuál es su lugar en el mundo.
La pasión por la música típica de nuestro país la mamó en su dulce hogar. “Al folklore aprendí a quererlo en casa, viene de mi familia, de mis tíos, de mis papás. Siempre sentí la responsabilidad de compartir también con las otras personas y difundirlo. Por suerte ha crecido un montón y me encanta reconocer al artista local, homenajearlo, darle el lugar que merece”, explica la mamá de Mica -19 años, Juan Ignacio -15- y Franchesca 12.
En cambio, no hubo influencia de su entorno a la hora de volcarse a otra de sus debilidades: la locución, y a partir de ella al periodismo y la radio. “Desde muy chica jugaba a conducir los certámenes de las reinas, todas querían ser la reina pero yo solo soñaba con conducir la fiesta jaja”, evoca con una sonrisa la conductora de Todo lo que Brilla es Oro (de lunes a viernes de 9 a 12).
Así se formó con un profesional del prestigio de Rolando Juan de Dios y al mismo tiempo estudió producción de radio con Leandro Suárez.
Súper profesional, talentosa y responsable, a los 48 años ya posee una rica trayectoria y experiencia en los medios de la zona. “Hice diferentes programas en Neuquén y Cipolletti y la propuesta de Oro me sedujo. Que sea una radio comunitaria es lo que más me llega porque es abierta y forma a la gente”, asegura siempre privilegiando el costado humano de las cosas.
Reivindica al Chaqueño Palavecino
Muchos lectores la identificarán también por haberla visto en el escenario mayor presentando lujosos números artísticos en Oro en los últimos años, en especial en el marco del Aniversario de GFO. A esa tarea se refiere ahora:
“Cada vez que conduzco un evento de ese tamaño es un desafío grande, el ida y vuelta con el público, acoplarte bien con la persona que te va a acompañar, recibir a artistas nacionales como el Mono de Kapanga, el Chaqueño Palavecino que si bien fue cuestionado conmigo se comportó como una persona muy amorosa”, aclara en una pausa de otra jornada agitada.
De scout a catequista
Creyente y con mucha sensibilidad social, además Leonor es una conocida maestra de catecismo de la Parroquia San Pablo, donde coincidió con “dos grandes referentes y buenas personas”, como define al Padre Pancho y a Temer.
“Yo fui scout desde pequeña. Cuando nacieron mis hijos y ya arrancó la más chica, Mica, volví a la parroquia San Pablo. Una experiencia maravillosa, muy enriquecedora, de formar y ayudar. Me tomé este año un poquito de descanso pero ya estoy extrañando”, admite con su voz aguda y gesto de ternura.
Los campamentos de la iglesia son un clásico, muy populares, y aquellos que han asistido alguna vez guardan el mejor recuerdo. Ella también. “Hoy tengo la posibilidad de disfrutar de encontrar en la calle a muchos de los que fueron scouts con sus hijos y es muy lindo”, destaca.
¿Cuál prefiere de sus tres funciones? “Todas son fundamentales en mi vida, tanto por la pasión de lo que hago, lo que amo, me siento una bendecida. A catequesis y folklore las siento como una responsabilidad. Lo mismo vale para la locución, por la responsabilidad que tenemos los comunicadores de que el mensaje sea claro. Es un tiempo difícil y nos hemos convertido en referentes frente al micrófono”, expone sus valores y deja un valioso mensaje.
En el final confiesa que, de todo lo vivido, “lo más fuerte que me pasó es esto del público de Fernández Oro, me costó muchísimo llegarles pero cuando lo lográs la gente te hace sentir parte. El amor tan desinteresado y apasionado que tiene el orense por su gente es único”.
Leonor Salomone es, justamente, como Jesús: “está en todos lados”. ¡Aplausos para ella!
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