Bongiorno: “mi voto negativo a la modificación de la institución matrimonial”
“El debate está en marcha y será la instancia parlamentaria la que defina tal modificación” dijo la senadora nacional.
A continuación el texto completo:
“Vivimos en una sociedad dinámica y como tal nacen en ella nuevas situaciones hasta ahora no regladas, el reconocimiento de derechos, ya instaurados, como la unión de personas de un mismo sexo merece un tratamiento profundo que genere un debate social. Creo que el camino inicial podría haber sido una consulta popular no vinculante a fin de conocer fehacientemente la opinión de todos los ciudadanos, como así lo propuse mediante la presentación de un proyecto de ley.
Sé que desde la Comisión de Legislación General de la Cámara Alta se trabajo con la conciencia de otorgar un espacio de expresión que garantizo su derecho a todos aquellos que quisieron ser escuchados y así enriquecer con sus testimonios los conceptos de los integrantes de la comisión y a una sociedad expectante.
Bregando por aquel reconocimiento de derechos ya instaurados, creo en que este Congreso deberá tratar y adecuar las normas para que mediante una ley de "Unión Civil" aquellas parejas en situación de desamparo legal ya no deban acudir a la justicia para hacer valer lo que esa unión de hecho les confiere.
Así se ha manifestado en mi provincia – Río Negro- con la sanción y posterior promulgación el 9 de mayo del 2003 de la Ley número 3.736 sobre el Registro de Convivencia Homosexual.
La actual modificación al Código Civil, que ya ha tenido media sanción en la cámara de Diputados, pretende integrar al instituto matrimonial a aquellas uniones de personas del mismo sexo sin importar las consecuencias jurídicas que tal incorporación acarrearía con otros institutos familiares que nuestras leyes regulan.
Considero que la adopción deberá quedar ajena a este debate bajo el principio que quienes poseen derechos son los menores a ser adoptados, a ser parte de una familia. El espíritu de la adopción se encuentra alejado de satisfacer deseos de los adultos. Sólo existe el interés superior del niño como único protagonista.
Y es ese interés superior que le da derecho a cada niño a crecer dentro del seno familiar, recibiendo el amor y todo lo que un niño necesita para su desarrollo físico, espiritual e intelectual, considerando más conveniente que tal desarrollo se realice en manos de una pareja heterosexual que le pueda dar la seguridad suficiente para la formación de su ser social.
Soy consciente que existen trabas operativas en la ley de adopción, es una realidad que no podemos dejar de ver, pero no es un argumento válido el de habilitar a parejas del mismo sexo a la adopción para que menos niños estén en situación de abandono sino que será necesario un replanteo del sistema de adopción para que esos miles de niños se encuentren con los matrimonios, potenciales padres, que llevan años en listas de espera, parejas capacitadas para darles de una vez por todas ese hogar que por derecho merecen.
Sí, expresé mi afirmativa mediante la firma de un dictamen sobre una ley de Unión Civil entendiéndose como tal el compromiso de dos personas que expresan mediante su consentimiento ante autoridad competente hacer vida en común y de respetar los derechos y obligaciones vinculados con este estado con independencia de su orientación sexual, quedando excluida de esta norma la adopción.
El debate está en marcha y será la instancia parlamentaria la que defina tal modificación, mi voz será la aquí expresada, que oportunamente manifestará mi voto negativo a la modificación de la institución matrimonial”.
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