Avanzan las pesquisas por crimen de Rosas

Los hijos de Blanca Rosas declararon anteayer en el Juzgado de Instrucción 6 para relatar al juez Gustavo Herrera los episodios previos y el momento del ataque a tiros contra la mujer, quien murió tras algunos días de agonía. También lo hicieron otros dos testigos. No trascendieron detalles de sus testimonios pero sí se supo que serían claves para establecer si la versión de Hernán “El Tuerto” Cifuentes, uno de los imputados y quien se encontraba con salidas transitorias, es cierta.
El mayor de los hermanos acusados declaró que cuando atacaron a la mujer, él no se encontraba en el lugar sino que estaba en la casa de su novia en el barrio Managua. El interno, quien se encuentra cumpliendo una condena en el Establecimiento Penal 5, dijo que la mañana en la que Rosas fue atacada había estado con su pareja y que antes de eso había pasado por el Hospital Pedro Moguillansky. “Asegura que no estuvo en el lugar”, comentó la  fuente. Su testimonio incrimina directamente a su hermano como el autor del crimen, quien en su defensa argumentó que el arma de fuego era de los hijos de la mujer, de 42 años.
El joven, de 20 años, fue indagado hace una semana y su versión de los hechos resultó algo inverosímil. Dijo que él no estaba armado y afirmó que la “tumbera” era de los hijos de la víctima.
La semana que viene la situación de ambos imputados será resuelta por Herrera, quien definirá si los procesa y, de ser así, si les aplica la prisión preventiva o recuperarán su libertad.
Además de los testimonios se esperan los resultados de las pericias que realizó el personal del Gabinete de Criminalística. Será clave para establecer quién efectuó el disparo. A los hermanos se los acusa de los delitos de violación de domicilio en concurso real con homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, en concurso ideal con portación ilegal de arma de fuego.
 
Tragedia
Rosas recibió un disparo en su cara. El hecho ocurrió el jueves pasado cuando se despertó y se encontró con uno de los hermanos Cifuentes, quien portaba un arma de fuego. Sin mediar palabra alguna le efectuaron un disparo que le ingresó por su ojo derecho y le atravesó la cabeza. 
El móvil del crimen aún no está claro, aunque fuentes judiciales deslizaron la hipótesis de que “se habrían desconocido” ya que horas antes a que la mujer fuera baleada, sus hijos y el menor de los acusados habrían estado reunidos tomando alcohol y protagonizaron una pelea en la que el imputado resultó lesionado.