LMCipolletti 26 de diciembre 2009 - 21:00

Ardieron tres precarias casillas

El fuego se desató con voracidad en un sector de la toma 4 de Agosto. Dos de las tres viviendas quedaron completamente destruidas.

El incendio se originó alrededor de las 16. En el lugar trabajaron tres dotaciones de Bomberos Voluntarios.

Tres precarias casillas de madera ardieron ayer por la tarde en la toma 4 de Agosto, en la manzana D, lotes 6, 7 y 8, con pérdidas materiales casi totales. En el lugar trabajaron los Bomberos Voluntarios y también la Municipalidad aportó un camión regador para asistir la labor de los servidores públicos.
El clima jugó una mala pasada entre las fuertes ráfagas de viento y el intenso calor. Se vivieron momentos de una gran tensión y nerviosismo en la toma que ya contabiliza varios años y con ellos, son más las personas que se suman al sector habitacional.
Tres dotaciones de Bomberos con varios operarios ingresaron a la zona del siniestro para tratar de controlar la adversa realidad que estaban viviendo las familias de una condición muy humilde.
Las mangueras con agua llegaron como un alivio, gracias a la intervención de los efectivos.
Alrededor de las 16, se inició el fuego en un sector de la ocupación de barrio 4 de Agosto, por causas que se desconocen las llamas comenzaron a propagarse rápidamente entre tres casillas construidas con madera y otros elementos altamente inflamables, como nylon, cartón prensado, entre otros.
Como si fuera poco, a la situación de desesperación por ver cómo el fuego se devoraba las paredes, parte del techo y el mobiliario, no había casi agua para que los vecinos ayudados de baldes pudieran salvar algo.
“Esta es una zona de muy baja presión de agua, entre que te ponés a llenar los baldes a cuenta gotas, se quema todo”, dijo una residente de la toma, que se encontraba en el tumulto de gente que observaba el dramático cuadro.

Asistencia
Los curiosos no tardaron en llegar, pero si se hizo compleja la solicitud de asistencia a la línea de Emergencia de la municipalidad de Cipolletti. Según los lugareños nadie contestó al pedido de auxilio.
Mientras que otro de los curiosos apuntó que “cada vez que se incendia una casilla tenés que dar muchos detalles para que lleguen a darte una mano, tienen que acreditar la existencia del incendio, pero acá siempre pasan estas cosas, nadie está jugando”. Al cabo de algunos minutos los bomberos ya habían calmado la voracidad del fuego y la calma llegó paulatinamente a la ocupación, que mucho conoce de las desgracias por los incendios desatados en la zona.

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