A los tiros por el terreno de una toma

La disputa entre dos familias por un terreno de la toma 2 de Febrero terminó de la peor manera cuando uno de los involucrados recibió un disparo en su mano derecha. Apenas fue herido, fue llevado hasta el Hospital Pedro Moguillansky, donde hasta anoche permanecía internado a la espera de ser intervenido quirúrgicamente. Una de sus hijas también resultó con algunos cortes producto del enfrentamiento que mantuvo con un hombre que portaba un cuchillo.
El arma que fue utilizada para atacar a la víctima fue secuestrada y se encuentra en el Gabinete de Criminalística de la Policía para ser analizada. Personal de la Subcomisaría 81 quedó a cargo de la investigación que, hasta ayer, no contaba con detenidos. También intervino el Juzgado de Instrucción 2, que conduce Sonia Martín.
La primera información que llegó a oídos de los uniformados fue que dos grupos de personas se estaban enfrentando por un terreno. La llamada anónima daba cuenta de que una de las familias se trasladaba en un Fiat 147 y otra, en un Peugeot. Pero cuando los efectivos llegaron al lugar no encontraron a ninguno de los involucrados y tampoco a los vehículos señalados.
En ese mismo momento, desde el hospital, fueron notificados de que había ingresado una persona herida de arma de fuego por lo que sospecharon que se trataría de uno de los integrantes de alguno de los grupos.
Al llegar constataron que era cierto. Inclusive se encontraron con los autos que habían indicado los vecinos. “Dentro del Fiat, los oficiales pudieron advertir que había una tumbera y hasta llegaron a ver el cargador”, comentó el subcomisario Oscar Monsalve, a cargo de la unidad del barrio Anai Mapu.
Cuando la Policía vio el arma se acercó hasta el vehículo y procedió a su secuestro. Según informó la hija de la víctima, de 21 años, ella misma fue quien la agarró y la guardó en su auto. “Nos dijo que vio que con esa tumbera hirieron a su padre y que, cuando se le cayó al agresor, ella la tomó”, aseguró Monsalve. Fuentes allegadas a la investigación informaron que una parte del arma de fabricación casera no fue hallada.
Según lo que manifestaron quienes acompañaban a la víctima, cuando llegaron al terreno se encontraron con unas diez personas, mientras que ellas eran sólo cinco. Aseguraron que el terreno era de su propiedad y que un vecino les avisó que querían quitárselo y que, ante la situación, fueron a defender su propiedad. “La verdad es que no sabemos de quién sería propiedad el lugar. Estamos investigando pero tenemos pocos datos de las personas que habrían agredido a este hombre ya que cuando llegó la Policía se habían ido y ellos –por la familia del agredido-, no los conocen”, indicó el jefe de la unidad policial del Mapu.