
LMCipolletti 04 de diciembre 2009
14 años de prisión por el caso Montelpare
El imputado Manuel Jesús Esparza escuchó en silencio la sentencia.
Después de que fuera leída la sentencia, el condenado pidió autorización para acercarse hasta los jueces a quienes les entregó un petitorio. Paralelamente, uno de sus hijos pidió autorización para hacer lo mismo, pero le fue denegada. No transcendió el contenido de la solicitud, pero a Esparza se le informó que sería analizada en otra instancia.
Una vez levantada la sesión, la madre de la víctima, Irma Sierra, y otros allegados agredecieron entre lágrimas, el resultado del juicio. «Gracias, tengo mucho que agradecer», afirmó Sierra. Luego agregó: «Estamos muy conformes con lo que se hizo. Por fin se hizo justicia en esta ciudad».
Las pruebas
El informe de la autopsia también fue tomado en cuenta, ya que las dos heridas de arma blanca en la parte anterior izquierda con el cuchillo que empuñaba Esparza, según lo testificado.
Montelpare se había reunido, la noche del 7 de abril, con su familia. Luego de cenar se había ausentado en dos oportunidades. En la segunda ocasión, se dirigió hacia la despensa de Esparza con la intención de comprar estupefacientes, según lo refirieron los testimonios de los familiares.
En el momento del ataque, Esparza se encontraba en compañía de sus hijos menores de edad. Cuando atacó a Montelpare este no poseía ningún arma, además se encontraba imposibilitado de responder a la agresión, dado que a raíz de un accidente no podía girar.
Los testimonios que involucraron directamente a Esparza, fue el de Jara, una vecina del condenado. La noche en la que se produjo el crimen, ella se encontraba en el descanso de la escalera esperando que regresara su hermano.
Desde ese lugar pudo observar como el condenado, en compañía de sus hijos, se abalanzaba sobre Montelpare, y lo apuñalaba en varias oportunidades, aunque no especificó la cantidad de veces.
Alivio ante la resolución judicial
Durante la lectura de la sentencia, se hicieron presentes familiares de víctimas que esperan justicia y Alberto Weretilneck.
Una vez más, la solidaridad en busca de justicia se pudo ver ayer en los tribunales cipoleños. También estuvo presente el jefe comunal Alberto Weretilneck, quien manifestó: «Hoy es un hecho importante para la ciudad. Me parece que un crimen no quede impune es un hecho realmente importante».
Luego agregó: «La sociedad se construye en base a nuestra justicia. Este es un elemento más, creo que debemos rescatar el trabajo de la Policía y de la fical esa noche. El de los defensores, de la mamá que se llega acá por las ganas de ella».
También estuvo presente Marcelino Oliva, padre de David Oliva, joven asesinado el 29 de diciembre de 2008, quien manifestó sus satisfección sobre el resultado del juicio. También, expresó que aguarda mayores definiciones para que se realice justicia sobre el caso de su hijo.
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