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Una mamá angustiada pide Justicia por su hija abusada

La víctima tiene 3 años y fue manoseada por la pareja de su abuela.

Gustavo Arroyo

Una joven mamá vive por estos días una situación de mucha angustia debida a los abusos sufridos por su pequeña hija de 3 años. Según su testimonio, fueron cometidos por la pareja de su mamá, que reconoció lo sucedido aunque todavía no fue citado por la Justicia.

La niña de tres años le reveló los abusos a su mamá, que pudo grabar su relato con un celular. Ahora hay un pedido para que se realice una cámara Gesell.

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En forma lamentable, todos los días se conocen casos de abusos a menores y las vicisitudes que viven mamás y otros familiares a la hora de hacer las denuncias y esperar una respuesta de los funcionarios policiales y judiciales. Precisamente, las demoras y la ausencia de explicaciones precisas sobre el desarrollo del proceso obligan a muchos denunciantes a recurrir a los medios de comunicación de la región para conseguir apoyo y a la vez, generar celeridad en las investigaciones.

Con la voz entrecortada, Lorena recordó que todo comenzó sobre fines de mayo, cuando cambiaba a su hija de 2 años y 11 meses. De manera muy inocente, le describió a su mamá cómo la pareja de su abuela la manoseaba en sus partes íntimas. “Mirá, mi abuelo juega conmigo así”, le dijo la niña a una desconcertada Lorena, quien indignada sólo atinó a grabar con el celular lo que contaba su hija.

Ante la gravedad de las revelaciones de la menor, la joven mamá recurrió primero al hospital, donde le ofrecieron asistencia psicológica. Después se presentó en la fiscalía cipoleña e hizo la denuncia por abuso sexual.

Lorena resaltó que la menor reiteró detalles de los manoseos y que por ese motivo fue a pedirle explicaciones a su mamá que, en la actualidad, convive con el abusador. “Ella lo negó y dijo que no podía ser”, apuntó la mamá de la niña. De manera muy valiente, Lorena también encaró al autor de los abusos y este, lejos de negar lo ocurrido, manifestó: “No sé lo que me pasó”.

Pero más allá de las pruebas en contra del acusado, la causa penal se encuentra sin avances y a la espera de una decisión del Juzgado de Instrucción 2. De acuerdo con lo afirmado por Lorena, la responsable de la oficina judicial tiene que habilitar la concreción de una cámara Gesell con la menor.

La fiscalía ya emitió su opinión al respecto y a pesar de la corta edad de la niña, le comunicó a la madre que se podía hacer.

Desamparo y reclamos insistentes en oficinas

El desamparo es el denominador común de una gran mayoría de víctimas de abusos sexuales y principalmente, familiares. La situación de Lorena echa luz sobre lo difícil que se hace llevar adelante una investigación, con múltiples trámites ante los estrados judiciales. “Yo estoy yendo todos los viernes y me dicen que está en el Juzgado 2, en junio presenté la denuncia”, remarcó la joven mamá de 28 años.

Hoy Lorena está muy sola, apenas acompañada por una hermana y la necesidad de trabajar a diario para mantener su familia. Ella quiere que se haga justicia y que el autor de los abusos, de 57 años, sea juzgado. Con un gran temor, apuntó que si no se hace la cámara Gesell, hay un peligro cierto de que la denuncia quede en nada.

Sobre las circunstancias de los abusos, Lorena contó que ella vivía con su mamá y que en varias oportunidades dejaba a su pequeña hija. En ese marco, el depravado manoseaba a la menor.

En la actualidad, ni su hija ni ella tienen asistencia psicológica.

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